Caguas.- Tras una vista de más de cuatro horas, la jueza Susana Serrano Mondesí determinó este miércoles que la confesión que ofreció Juan Ramos Álamo tras ser arrestado como sospechoso de matar y descuartizar el cuerpo de Ivonne Negrón Cintrón podrá ser usada en el juicio en su contra por el horrendo crimen.

"El tribunal va a declarar no ha lugar la moción de supresión de evidencia", dijo la jueza de la sala 505 del Tribunal de Primera Instancia de Caguas sobre la petición que realizó la defensa del hombre para que la confesión que hizo a agentes del orden público del asesinato de la mujer de 36 años a mediados de noviembre pasado no fuese utilizada durante el juicio.

La defensa de Ramos Álamo, representada por Ángel Piñero Santini, de la Sociedad para Asistencia Legal (SAL), adelantó este miércoles que acudiría al Tribunal de Apelaciones en contra de la determinación. De hecho, Piñero Santini estaba acompañado durante la vista de hoy por Elmer A. Rodríguez Berríos, de la división apelativa de esta entidad que representa a personas que no pueden pagar su defensa.

La teoría de la defensa es que la confesión es un derivado del arresto de Ramos Álamo, que se logró cuando la Policía entró sin orden judicial y sin permiso del imputado a su casa en Gurabo, donde se encontró parte del cuerpo de Negrón Cintrón.

La posición de la fiscalía era que los agentes entraron al recibir una llamada de un familiar de la víctima, que les indicaba que el hijo de la víctima, Yay Francisco Garay Negrón, había visto partes del cuerpo de Negrón Cintrón en la residencia de Ramos Álamo, y que eso constituye una excepción aceptada en derecho para entrar a una propiedad sin orden judicial.

El juicio contra Ramos Álamo, quien encara cargos de asesinato, Ley de Armas y destrucción de prueba por el crimen de violencia de género está pautado para comenzar este lunes 7 de abril en la sala 506 del Tribunal de Primera Instancia de Caguas.

La jueza Serrano Mondesí tomó la determinación tras escuchar las declaraciones de varios testigos del Ministerio Público, siendo el primero Garay Negrón, hijo de Negrón Cintrón.

El joven contó que no veía a su mamá desde el viernes 15 de noviembre de 2013 y desde el sábado hasta la noche del lunes buscó a su mamá por diferentes lugares del sector El Cerro de Gurabo. Dijo que cerca de la residencia de Ramos Álamo había "un olor fétido" por lo que llamó a la Policía dos veces para que fueran a la casa de Ramos Álamo, apodado Cusito, pero los agentes, aunque entraron a la casa autorizados por el acusado, no encontraron nada.

Entonces, contó Garay Negrón, esperó a que Ramos Álamo se fuera de la residencia, y se trepó a unos pilotes para mirar por el balcón trasero de la residencia.

"Se escuchaba una manguera abierta", dijo Garay Negrón.

Estaba oscuro, así que contó que se ayudó con la linterna del celular para mirar el balcón, dijo Garay Negrón.

"Había una sábana, la quité y encontré el cuerpo de mi madre, lo que quedaba”, afirmó el joven.

"¿Dónde estaba la manguera?", le preguntó el fiscal Francisco González.

"Introducida en su cuerpo", indicó el joven, a quien un alguacil le acercó una servilleta para secarse sus lágrimas.

Por su parte, el agente Carlos Juarbe, de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Caguas, explicó que hallaron en el balcón el torso, sin cabeza, piernas o brazos. Estaba en estado de descomposición y tenía la manguera incrustada por la espalda para, según la confesión de Ramos Álamo, "tratar de sacar la mayor cantidad de sangre".

Juarbe dijo que recibió una confesión de Ramos Álamo, quien dijo que le había hecho un acercamiento sexual a Negrón Cintrón, quien lo rechazó, y que en algún momento la mujer lo golpea y él la apuñala. El agente Juarbe contó que tras matarla, el acusado le dijo que la despedazó con una segueta y que lanzó parte de sus en bolsas de basura en diferentes lugares. 

"¿En algún momento a alguien se le ocurrió pedir una orden judicial? Conteste sí o no", le cuestionó Piñero Santini a Juarbe,

"No", respondió el agente.

A preguntas del fiscal González, Juarbe dijo que "no se solicitó (la orden) porque entendíamos que el joven es el que había localizado el cuerpo y que teníamos motivos fundados".

Mientras, el agente Pedro Torres, de la unidad de Arrestos Especiales, fue quien puso bajo arresto a Ramos Álamo y a quien el presunto asesino hizo las primeras admisiones del crimen.

"(La casa) tenía un fuerte olor, apestaba a podrido", narró el agente. "Le digo las advertencias de ley... empezamos a caminar y en eso me dice, pues, que él lo había hecho (que la asesinó)" indicó Torres. "Yo no le pregunté nada, en el transcurso de cuatro a cinco minutos en lo que llegamos a la patrulla me seguía diciendo las cosas, cuando lo monté en la patrulla por el lado izquierdo, ahí le pregunté que dónde había tirado las partes, y me dijo que detrás de (el negocio) El Gurabeño".

Este miércoles también testificó la fiscal asignada al caso, Maribel Mojica, quien reiteró que entendía que había motivos fundados para entrar a la propiedad sin orden judicial por el fuerte olor que salía de allí, "suficiente para saber que había algo" y porque contaban con declaraciones del hijo de la occisa de que había visto el cuerpo.