El joven sospechoso de asesinar a un baloncelista aficionado en San Germán, confesó el crimen ante el fiscal José Criado y el agente de la división de Homicidios, José Ruiz.

Sin embargo, Roberto Figueroa Castillo ofreció una versión distinta a la dada por los testigos que presenciaron cuando ultimó de cuatro disparos en la espalda a Steven Cruzado Torres en la cancha del barrio Minillas de San Germán.

Figueroa Castillo dijo que en medio de un partido de baloncesto hubo una discusión  con Cruzado Torres y que este último le profirió palabras soeces y le dio una bofetada.

Sin embargo, testigos oculares del crimen aseguran que  tras Cruzado Torres cometer una falta personal contra Figueroa Castillo durante un juego de baloncesto, éste último lo increpó y ahí fue que alegadamente Cruzado Torres le dijo: “eso es jugando, no seas llorón” lo que provocó los mortales disparos por la espalda.

Acto seguido, Figueroa Castillo caminó hasta un bulto, sacó un revólver y le disparó a Cruzado Torres por la espalda ante la mirada de unas 15 personas que se encontraban en la cancha. Luego, abordó un vehículo y abandonó el lugar.

Figueroa Castillo fue trasladado a la fiscalía de Mayagüez, a la celda de la comandancia, hasta esta tarde cuando se le radicarán cargos por los delitos de asesinato en primer grado, violación a la ley de armas y maltrato de menores.

Este último, porque cuando ocurrieron los alegados hechos el hasta ahora sospechoso estaba en compañía de un menor de 10 años, hijo de su compañera sentimental.