El superintendente de la Policía, Héctor Pesquera, confirmó hoy que las hermanas del niño asesinado, Lorenzo González Cacho, reciben escolta de agentes de la Oficina de Seguridad y Protección de la Uniformada, pues son potenciales testigos del crimen ocurrido el 9 de marzo de 2010.

“Las hermanas de Lorenzo han tenido escolta desde el día uno”, afirmó el funcionario en entrevista televisiva (Univision).

Agregó que “la cantidad de escolta va en acuerdo con la determinación que hace Justicia de si ellos están expuestos o no están expuestos a algún tipo de peligro. Esa determinación la hace Justicia. Acuérdate que las niñas son potencial testigo y se le da la escolta y la protección precisamente por eso”.

Pesquera explicó que esas escoltas nunca se le han eliminado a las menores, pese a que han transcurrido ya tres años del crimen. Sin embargo, no se le preguntó si había agentes de la Policía presente cuando presuntamente la abuela de las niñas, de 15 y 7 años, Ivette González, tuvo contacto con ellas el pasado domingo en el cementerio Porta Coeli de Bayamón.

A raíz de ese encuentro, fue que trascendió que las niñas continúan con escolta policiaca. Además, salió a relucir que el padre, Ahmed Alí González, acudió al tribunal el pasado lunes para solicitar una orden de protección al amparo de la Ley 177 de Protección de Menores.

Pese a estar bajo la mirilla pública, el crimen del niño Lorenzo aún no ha podido ser esclarecido, siendo una de los sospechosos su madre, Ana Cacho González.

 Lorenzo tenía 8 años cuando falleció durante la madrugada del 9 de marzo de 2010, a causa de golpes y una herida punzante. Cacho González lo transportó al Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Dorado bajo el alegato de que el menor había sufrido una caída, pero la autopsia reveló que la causa de la muerte fue un homicidio.