José David Carrión Gómez, señalado por las autoridades como el policía que mató a otro agente estatal e hirió a su excompañera, también policía, para luego quitarse la vida, se encontraba deprimido, según alegaron familiares del hombre de 33 años.

Según declaraciones ofrecidas a las autoridades por allegados, Carrión Gómez no había superado la ruptura de su relación sentimental con la sobreviviente de la balacera, ocurrida en una casa utilizada como hospedaje por varios agentes.

“Estaba deprimido por el fin de la relación”, manifestó de forma escueta la fiscal Ginny Andreu al hablar del testimonio brindado por la madre y un hermano de Carrión Gómez, quien estaba asignado a la seguridad del Cuartel General de la Policía. 

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Andreu entrevistó en la Comandancia de Bayamón a las personas que se encontraban a las 5:10 a.m. en el lugar de los hechos, una residencia de la urbanización Santa Rosa, en Bayamón.

Una de esas personas fue Alexis Andújar Padilla, hermano del agente asesinado Heriberto González Padilla. La madre y un hermano de Carrión Gómez, los padres de González Padilla y dos policías que dormían al momento del ataque a tiros fueron entrevistados por la representante del Ministerio Público.

“Entra ella, entra rápido el agresor, se oyen las detonaciones y cuando van al cuarto se encuentran a Heriberto herido, el otro muchacho (Carrión Gómez) herido para ellos también y la muchacha herida. No escucharon ninguna discusión”, dijo la fiscal. 

De los testimonios no surge que González Padilla haya tenido problemas con nadie. “Con todos los que he hablado surge que Heriberto no tenía problemas con nadie, ni con el ex de ella”, dijo. “El (González Padilla) estaba empezando (a salir) con ella”, sostuvo Andreu.

La fiscal indicó que intentaría confirmar con la sobreviviente si Carrión Gómez la acechaba. Dijo también que de las entrevistas no surgió que González Padilla estuviera involucrado en otra relación sentimental.

González Padilla murió a media mañana en el Centro Médico de Río Piedras, informó la Policía. 

Según el coronel Reynaldo Bermúdez, jefe del área policiaca de Bayamón, González Padilla fue baleado en la cabeza, pantorrilla y hombro derecho por Carrión Gómez.

González Padilla era natural de Utuado y laboraba en el Cuerpo de Investigación Criminal de Bayamón.

El superintendente de la Policía, José Caldero, había adelantado esta mañana que se investigaba el ángulo de violencia de género en el incidente.

“Es un día triste para la Policía de Puerto Rico. Hoy tenemos una escena con tres miembros de la Policía envueltos, una compañera fémina y dos compañeros. Hay un agente muerto, hay un herido grave y la fémina que está herida estable”, indicó Caldero tras evaluar la escena antes que se conociera el fallecimiento del segundo implicado.

“Aparentemente, había una relación (sentimental entre la mujer policía y el agresor). Él llega a la residencia, donde está la compañera compartiendo con otros compañeros, y ahí se suscita un tiroteo y muere el que provoca todo esto. Se suicida”, añadió.

La casa de segunda planta donde ocurrió la tragedia está dividida en apartamentos que son utilizados como hospedajes por policías asignados a trabajar en el área metropolitana, pero son oriundos de pueblos distantes de San Juan.

Caldero señaló que allí viven cuatro agentes, entre los que se encontraba González Padilla. Agregó que en el momento de los hechos había otros civiles "estudiando en la sala". Ninguno de los civiles resultó herido.

Mientras, el teniente Rafael Rosa, jefe del Cuerpo de Investigación Criminal de Bayamón informó que la mujer policía herida no residía en la vivienda donde ocurrieron los hechos, pero estaba de visita, luego de completar su turno de trabajo. 

Caldero, por su parte, aclaró que el policía que se suicidó, un exmilitar, vecino de Dorado, tampoco residía en la vivienda. 

El superintendente de la Policía dijo que previo al incidente Carrión Gómez había sostenido una discusión "en la calle" con la agente, de 23 años, natural de Lares y quien recientemente se graduó de la Academia de la Policía. 

Luego, según Caldero, el agente agresor siguió a su expareja hasta el hospedaje, a donde entró y volvió a discutir con la mujer policía, quien labora en el cuartel de Bayamón Norte.

"La discusión empieza en la calle. Ella entra a la residencia. Él la sigue y entonces el tiroteo se suscita en el interior de la residencia", sostuvo Caldero.

"No hubo intercambio. La persona que llega es la que provoca todo, con el arma de reglamento", agregó.

"Es triste para la Policía de Puerto Rico porque todos saben el esfuerzo que estamos haciendo con la Reforma y que pase esto, pues mancha la imagen de la Policía, pero ya tenemos activado todo el protocolo", sostuvo Caldero. 

"Están los sicólogos de la Policía, ya llegaron aquí, para bregar con los demás y especialmente con los familiares, agregó al lamentar la tragedia que enluta a la agencia estatal.