Los compañeros de trabajo del publicista José Enrique Gómez Saladín no podían ocultar hoy la tristeza.

En una esquina su escritorio vacío era la prueba más visible de que algo no está bien. En otra mesa de trabajo había hojas sueltas con una foto del hombre desaparecido el jueves por la noche en que resalta su radiante sonrisa. Las  mismas estaban listas para repartirse y continuar  en la cruzada para encontrarlo.

Las hojas son apenas una de las muchas gestiones que hace la empresa Mediapol, especialista en publicidad, y en la que Gómez Saladín trabajó por un año, para tratar de dar con su paradero.

Francisco Priegues, jefe de Gómez Saladín describió a su empleado como ejemplar.

“Es tremendo chico, llega temprano, sale tarde, es bien cooperador, es inteligente, es como bonachón, coopera con todo el mundo… siempre está dispuesto a colaborar”, destacó Priegues.

“Lo estamos esperando”, agregó sin poder contener los sollozos.

Alese Rivera García, una compañera de trabajo, expresó que Gómez Saladín es del tipo de personas que “todo lo responde con una risa”.

“Yo le decía que le iba a mandar a hacer una camisa que dijera Mr. Risitas, y no es risita, es que siempre estaba a carcajada limpia”, afirmó.

La supervisora directa del publicista Andira Martínez manifestó que todo el equipo de trabajo está “consternado”.

“Uno dice ‘cómo le pasó esto a esta persona’. A uno le da tanto coraje”, señaló.