José  es uno de los tres convictos por el asesinato de Glorimar Pérez Santiago, perpetrado en  1988. 

Ayer su familia dijo estar esperanzada de que José le cumplirá a su papá. 

“Mi papá  murió esperando este proceso... y fue muy doloroso para él. Siempre tuvo esa esperanza de ver a su hijo excarcelado y se llevó  ese sufrimiento”, contó en un receso de la audiencia encabezada por el juez José Emilio González la hermana de José,  Carmen Caro. “Seguiremos peleando para que así sea”, puntualizó.

José junto a Nelson Ortiz Álvarez y Nelson Ruiz Ortiz, acudieron por cuarta vez al tribunal a solicitar un nuevo juicio. 

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En esta ocasión el escenario era distinto. Por primera vez en la historia judicial de la región se difundía en vivo por medios electrónicos lo que se ventilaba sobre el sonado caso.

Esta vez la defensa de los tres sentenciados por el crimen de la joven  presentó el testimonio del perito en serología, el doctor en genética Rafael Arroyo, quien explicó los resultados de nuevos exámenes de ADN realizados a varias piezas de evidencia.

En algunas de esas piezas, seleccionadas por el Departamento de Justicia y presentadas durante el juicio que concluyó en el 1995, se detectó semen, pero no había ADN de ninguno de los tres hombres, según se pudo establecer tan reciente como en mayo pasado. 

La ausencia de ADN se corroboró en un pantaloncillo y un papel higiénico levantados en la escena del crimen. 

La controversia de cuán lejos o cerca estaban esas piezas del cuerpo de la víctima fue uno de los puntos más discutidos en la vista ante el juez. 

La Fiscalía  asegura que no eran piezas relevantes y la defensa indica que durante el juicio fue prueba que ayudó a la convicción de los tres hombres.

El grupo de defensa ha dicho que de saber esos resultados, el veredicto pudo ser distinto y por eso insistieron en esa parte de la alegación .

La Fiscalía por su parte intentó demostrar que el ADN, si no está preservado o si está expuesto a las inclemencias del tiempo, se puede descomponer y no detectarse. En el caso del cuerpo de la víctima fue hallado en medio de la vegetación en la playa Jobos de Isabela.

Arroyo también destacó que la ausencia de ADN no quiere decir que no hayan estado en la escena del asesinato.

“Eso yo no lo puedo decir”, indicó a preguntas del fiscal Yamil Juarbe.

Sin embargo, a preguntas de la defensa, el experto admitió que cuando hay una interacción sustancial entre la víctima y el victimario, como una posible agresión sexual, hay más probabilidad de que quede mayor presencia de material genético.

Los tres hombres fueron encontrados culpables de asesinato, violación, secuestro agravado, robo y Ley de Armas.

Se aceptó como bueno, sin que se hicieran preguntas, un informe de la experta en balística, Carmen Suliveras, sobre un arma que estaba en poder del tribunal y que, según una de las teorías de los convictos, era el arma homicida.

El examen pericial que se entregó ayer mismo concluyó que esa no fue el arma con la que asesinaron a Glorimar.

“El Estado en búsqueda de la verdad hizo el estudio... y da negativo. Se descarta como el arma homicida”, sostuvo Martín Ramos uno de los fiscales.

Por su parte, el fiscal  Juarbe manifestó que el equipo de trabajo demostró “que los fiscales en Puerto Rico no fabricamos casos, estamos comprometidos con la verdad hasta las últimas consecuencias”.

Trascendió  que una camisa azul perteneciente a Nelson Ruiz Ortiz y ocupada, tampoco  tenía su ADN, pero la pieza no fue rescatada de la escena  donde estaba el cuerpo.    

Para la hermana de la víctima, Aidsa Pérez, fue una vista satisfactoria ya que a su entender se pudo mostrar que el ADN es susceptible a las inclemencias del tiempo y la ausencia de material genético de los convictos no es importante.

“Que no haya ADN no es 100% confiable.  Se reafirman todos los procesos y que ellos asesinaron a mi hermana”, argumentó al concluir la vista.

Familiares de José, al escuchar esas expresiones, dijeron que eran personas tercas, a quienes no les interesa la verdad. Así lo  expresó una mujer que se identificó como Annie Badillo, quien no especificó su relación con la familia Caro.

“Su hija no descansa en paz hasta que no se aclare todo en este caso”, indicó.

“Yo estoy completamente seguro de eso, las pruebas de ADN son concluyentes y esperamos esto nos fortalezca y el juez vea la razón que tenemos... Los abogados refutaron todo lo que ellos trataron, así que estamos positivos”, señaló, por su parte, Nelson Ruiz, padre.

El juez González le dio a las partes cinco días adicionales, que se cumplen el próximo viernes, para presentar sus argumentos finales tras la audiencia. 

Después, González tomará la  decisión de si concede o no el nuevo juicio.