La presidenta de la Alianza de Autismo, Joyce Dávila, puso en duda que las medidas tomadas por el secretario de Educación, Rafael Román, para contratar los asistentes de servicio (T1) a los estudiantes de educación especial sean las adecuadas, pues a su juicio no garantizan la permanencia de los contratados en el puesto.

 “Ellos tienen que bajar esas plazas por el método tradicional para que permanezcan en sus trabajos”, señaló la madre de un estudiante de educación especial en entrevista radial (WKAQ 580 – Univision Radio).

 Dávila comentó que el principal problema que enfrentarán los asistentes de servicios es que su pago no será consistente. Alegó que Educación, al realizarle contratos a través de un “remedio provisional”, se demorará unos tres meses en emitirle el pago.

 “Ellos están acostumbrados a recibir su paga los días 15”, sostuvo.

 Explicó que los terapistas físicos y otros asistentes de educación especial están acostumbrados a trabajar por contrato, pero los T1 no.

 Asimismo, Dávila puso en duda que los asistentes de servicio se presenten el martes a las escuelas a laborar. “Con ese método de contratación necesitan (certificación de) Asume (Administración del Sustento de Menores), CRIM (Centro de Recaudación de Ingresos Municipales), Policía, que si hubiera sido contratado por el Departamento no tenían que proveer. Además, tienen que hacerse prueba de dopaje”, manifestó.

 Anoche, Román emitió un comunicado de prensa para informar la contratación de los 2,100 asistentes de servicios necesarios para suplir la demanda. Señaló que en total serán unos 5,500 los trabajadores que prestarán asistencia a los niños de educación especial.