Lo poco que durmió fue en un banco de cemento donde merodeaban los mosquitos. Pudo comer algo porque un grupo de policías recogió dinero para comprarle alimentos.

Jaime (nombre ficticio) abandonó ayer un hogar de rehabilitación en el municipio de Vega Baja y llegó hasta el cuartel de la Policía en ese municipio a las 7:00 de la noche.

Inmediatamente los agentes en turno llamaron a la línea de emergencias del Departamento de la Familia y no fue hasta esta tarde, a la 1:30, que llegó personal de esa agencia, del área de Guayama, a recoger al adolescente.

El sargento Edwin Avilés tenía tanto coraje y estaba tan indignado por la ineficiencia de los que atendieron la emergencia, que cuando hablaba con Primera Hora, hasta la voz se le quebraba.

“Este menor de 17 años se evade de un hogar, aquí en Vega Baja. Llega a pie al cuartel ayer, a las 7:00 de la noche. Desde esa hora comenzamos a hacer gestiones con la línea de Familia. Se hicieron múltiples llamadas y siguieron pasándose el caso hasta que ahora mismo, a la 1:30 de la tarde, están saliendo del portón los de la unidad de investigaciones del Departamento la Familia de Guayama”, indicó.

Aparentemente el menor abandonó el hogar para que personal de Familia lo recogiera y lo ubicarán en otro lugar, por eso se dirigió al cuartel de la Policía.

“Cuando llega, los mismos policías le compraron comida para que se quedara. Del turno de por la mañana, que entra a las 4:00, siguieron haciendo gestiones, le compraron desayuno y ahora nosotros le compramos almuerzo para que no se fuera sin comer”, narró Avilés quien también hizo llamadas a Familia junto a la agente Jennifer Beltrán.

¿El muchacho pudo dormir?

"Lo que durmió lo durmió en unos bancos de cemento que tenemos aquí afuera del área de retén. En ese banco de cemento. que no tiene nada de acojinado, que  hay mosquitos, ahí es donde ese nene pudo descansar un ratito"

Aviles mencionó que por lo menos tiene registradas cuatro llamadas que hicieron los agentes a la línea de emergencias de Familia, desde la 7:00 de la noche, a ver quién recogía al menor. Pero el caso se convirtió en un pase misín y el menor seguía en el cuartel.

Dijo que por lo menos tiene registradas cuatro llamadas que hicieron los agentes a la línea de emergencias de Familia, desde la 7:00 de la noche, a ver quién recogía al menor. Pero el caso se convirtió en un pase misín y el menor seguía en el cuartel.

La última llamada fue cuando Avilés entró a su turno de trabajo, a las 12:00 del mediodía.

¿Qué excusas le daban en la línea de Familia?

En una de las llamadas, en la línea de San Juan le dijeron que eso no le correspondía a ellos, que le correspondía a Guayama, y que iban a subir un personal de Guayama para acá. En otras de las llamadas, me dice la retén, que la persona que le contestó lo que le dijo fue, ‘no, él está seguro ahí, que se quede ahí que está seguro en el cuartel”.

Para el sargento del Distrito de Vega Baja, esta forma de intervenir con un caso donde está involucrado un menor “demuestra poca sensibilidad hacia estos muchachos. Y después se quejan porque un muchachito termina siendo un deambulante, o un adicto, o termina siendo un matón de la calle, pero si cuando tenían que darle servicio y la ayuda, los que cogen las llamadas allá, no demostraron empatía”, dijo.

“Por estoy yo estoy que prendo de un maniguetazo”, confesó el uniformado.

Avilés aprovechó para enviarle un mensaje a los que laboran en el Departamento de la Familia, atendiendo situaciones como esta.

“Cuando a nosotros en la Policía nos exigen, nos piden, nos gritan en las redes sociales que tenemos que actuar con prontitud y que tenemos que ser empáticos y tolerantes, entonces, que las demás agencias tengan la misma empatía, sean tolerantes y aquel que tenga hijos, que sienta estos muchachos como si fuera un familiar suyo”, alertó el oficial quien dice que trato al menor como si fuera su hijo.

Denunció que “si fuera el hijo de la persona que contestó en el teléfono (el que necesitaba ayuda), le aseguro que hubiesen venido más temprano”.

A la secretaria de la Familia, Idalia Colón, le pidió “que vele para que esto no pase. Yo no estoy para que estén suspendiendo o regañando a la gente, pero si fuera el hijo de ella, o un sobrino, el que estaba aquí, hubiesen venido como mil unidades del Departamento de la Familia a  resolver esto”. 

Reacciona Familia

Por su parte, la directora de prensa del DF, Lynnette Moreno Caldero, dijo que “cuando un menor no está en el hogar donde se supone que esté ubicado, y llega hasta un cuartel de la Policía, basado en la Ley 246, es responsabilidad de la Policía velar por la seguridad de ese niño hasta tanto Familia tenga un personal disponible para irlo a recoger”.

Indicó que si del cuartel hacen el procedimiento de llamar a la Línea de Maltrato y notificar que ese menor está allí, ese es el procemiento correcto.

¿Se supone que los policías recogan dinero para comprarle alimentos?

"En ese particular no. Se supone que haya un tiempo determinado para llegar porque hay un trabajador social que tiene que cumplir con esa responsabilidad. Que muchos oficiales, al igual que en los hospitales y otros lugares cooperan en el proceso de servicio y ayudan al menor, sí, muchos los hacen”.

¿Es normal que el que el niño llegara allí a las 7:00 de la noche y lo recogieran casi 20 horas después?

"Eso depende del personal disponible que hay en la unidad y de las emergencias y casos críticos que haya tenido la unidad en ese momento"

Moreno Caldero mencionó que este año Familia ha sostenido reuniones con la Policía para que los agentes conozcan los procedimientos en estos casos y sepan cómo manejar estos casos con menores.