Cayey.  Cada vez que ocurre un incidente de agresión en una escuela es una vergüenza, pero si esto involucra a un maestro y un alumno es realmente crítico.

La Escuela Superior Vocacional Benjamín Harrison, en Cayey, fue escenario de uno de estos incidentes pero lo inusual del caso fue que la agresora fue una estudiante, quien supuestamente agarró a su maestra de “data entry”, de 68 año s de edad, y la tiró al piso y la golpeó.

El informe de la Policía sobre la querella radicada por la agredida  reza que “alega la querellante, Norma Figueroa Ortiz, que una estudiante la agredió con las manos en diferentes partes del cuerpo, la tiro al suelo y continuo agrediéndola”.

La jovencita fue suspendida sumariamente a nivel administrativo y su caso fue  referido a la división legal  del Departamento de Educación. En tanto, enfrenta una vista judicial en el Tribunal de Menores  por tratarse de una menor de 15 años.

“Aún la investigación no  se ha completado. Solo se  ha  entrevistado a una maestra”, indicó la portavoz de Justicia, Amber Lee Vélez-Burr.

“Está citada para el 10 (de septiembre) pero está sujeto a  que termine la investigación, porque para el 8 de septiembre  la Oficina del Procurador de Menores   tiene que entrevistar a  unas personas. Esa fecha está separada en el tribunal,  pero no ha culminado la investigación. Con esa entrevista se determinará las faltas que aplicarían”, agregó Vélez-Burr.

Muy delicada de salud

El director de la escuela, Luis Torres, expuso  que el día del incidente hubo que llamar a Emergencias Médica pues  a  Figueroa, quien tiene varias condiciones  de salud, le subió la presión.

“Hubo un pequeño percance entre estudiante y maestro. La maestra salió con unos golpes. Se está trabajando el proceso administrativo   a través del Departamento de  Educación, que llevan a cabo las investigaciones y ahora está  en el proceso de Judicial”, dijo Torres.

“(A la maestra) le subió la presión y decidimos llamar a Emergencias Médicas para que le diera tratamiento. La maestra está operada de corazón abierto y antes de verano se le hizo un trasplante de riñón; más es diabética”, dijo el director.

¿Cuál fue la situación que llevó a esto?

El informe se está trabajando porque hay unos abogados… Hubo una pequeña discusión entre ambas partes. La joven tiene 15 y es la primera vez que tiene un incidente.

¿Y la maestra?

No, es una maestra bien competente y trabajadora dentro de su condición. Está en administración de empresas, relaciones humanas y administración de documentos.  Son 18 estudiantes.

¿Dieron testimonio?

Hay algunos estudiantes que estuvieron con sus padres y estuvieron en ese proceso. Es un proceso duro, porque es la primera vez, en mis 11 años como director,  que sucede esto.

Aunque Torres no abundó sobre la decisión tomada, la portavoz del Departamento de Educación, Cossette Donalds, indicó a este diario que la joven fue suspendida sumariamente.

“Lo que sucedió fue que esta estudiante de 15 años, que está en el salón y la profesora interviene con ella porque estaba hablando y le pide que se calle. La estudiante no obedece. Continúa hablando. Estudiante y profesora se enfrascan en una discusión cuando termina la clase. La estudiante empuja a la maestra y se le afecta la cabeza, la frente y el codo y el brazo izquierdo”, relató Donalds.

Explicó que el director tiene la facultad, de acuerdo al reglamento escolar,  de tomar medidas disciplinarias desde suspensión  de tres, cinco y hasta 15 días. Si es una falta mayor, como este caso, que es una agresión, puede suspenderla sumariamente y referirla  a la división legal.

“Quiere decir que va a estar suspendida hasta tanto  culmine la investigación legal. Habrá una vista administrativa a la cual  la estudiante tiene derecho a asistir. Dependiendo del resultado, se le somete un  informe al Secretario y es él quien determina cuál es la sanción que se le va imponer a la estudiante”, dijo.

Asombrados los profesores

Miembros de la facultad de la escuela, que tiene 720 estudiantes, expresaron su  preocupación por lo sucedido a su compañera, a la vez que levantaron bandera ante la falta de un guardia de seguridad.

La profesora Helena Rodríguez, quien coordina la práctica de los estudiantes con las empresas,   dijo que “me sentí bastante asombrada porque  es la primera vez que sucede en la escuela. Me sentí muy dolida con la compañera, porque sé la clase de persona que es”.

¿Qué pudo haber provocado esa situación?

Definitivamente, yo todavía estoy buscando una explicación. Pero sabemos que las circunstancias...   quizás la familia, los hogares… todo esta relacionado en la conducta que expresan en la escuela. Todo el ambiente que les rodea desde niños les afecta y nosotros tenemos que lidiar día a día con esas situaciones. Tenemos que ir buscando alternativas y buscar la manera  de que eso no ocurra.

“Los maestros nos sentimos  inseguros en esta escuela porque somos un anexo de la escuela principal. Yo trabajé hace 11 años aquí y teníamos guardia de seguridad. Cuando regresé ya no estaba ahí. Hemos  tenido que sacar personas del plantel, deambulantes y personas con problemas de salud mental. Toda persona que entra a nuestra escuela nos afecta porque no sabemos quién es. Todo esto lo hemos discutido con el director”, acotó.

Luz Rivera, maestra de inglés, agregó que de haber habido un guardia de seguridad que interviniera, no hubiese tenido que intervenir una maestra. “A lo mejor esa otra maestra hubiera estado herida también”, apuntó.

Juan Rosario, profesor de ebanistería, comentó que  lo que le dijeron fue  que “hubo un encontronazo  y que la estudiante la agredió”.

“Creo que la estudiante la ofendió y  le faltó el respeto . La estudiante la agredió física y verbalmente  y le faltó el respeto”, reiteró.

De lo que sí está seguro, agregó, es que en esa área de la escuela, donde ubican los talleres, no hay vigilancia.

“A lo mejor hay un estudiante que ha pasado una mala experiencia y pueden  agredir a uno. Ahora  con el derecho de los estudiantes, el maestro tiene que quedarse quieto, con las manos cruzadas a esperar que el Sistema tome acción. Sé que  los estudiantes tienen derechos, pero creo que ahora tienen mucho libertinaje y a los maestros le han quitado la autoridad que antes tenían”, dramatizó. 

Bryan Santiago Flores, profesor de hojalatería y pintura, quien vio a la maestra agredida, dijo que físicamente  está marcada con arañazos  y  moretones. Destacó que es una mujer de 68 años, y que emocionalmente no se encuentra en el cien por ciento.

“Recientemente salió de una operación y fue paciente de cáncer”, dijo con referencia a que recibió un trasplante de riñón.

Millie Crespo, profesora de administración de empresas, coincidió con sus compañeros. “¿Cómo no me va a preocupar? Es la seguridad de todos, del profesorado aquí. Hay que ver cuáles son las gestiones que está haciendo la escuela  y el Departamento de Educación  para que esto no suceda en esta escuela y en ninguna escuela”.

Una profesora  que prefirió no identificarse  describió la situación como  alarmante  porque están a la merced de estudiantes que los acosan, les faltan el respeto y se burlan.

“Estamos llegando a un punto que hay estudiantes, menores, que todos los días nos insultan y son capaces de llevar la situación a otro extremo.

¿Qué tipo de cosas hacen?

Palabras soeces. Bullying. Poner sobrenombres a los maestros, entre ellos y llamarlos así  entre los grupos y los maestros no se enteran. Ellos, a veces, los dicen sin querer.

¿Cómo se propicia la enseñanza en un ambiente  así?

Es difícil. Nosotros tenemos que llevar el  proceso a cabo con los estudiantes,  con los padres, con la  trabajadora  social. Seguir escalando, de acuerdo al reglamento del Departamento (de Educación).