Cuatro asesinatos ocurridos entre la tarde del viernes y la noche del sábado en San Juan, Río Grande y Caguas elevaron la cifra de muertes violentas en el año a 268. Para esta fecha, en el 2014, se habían registrado 342 asesinatos.

El primer incidente se produjo, a plena luz del día y en la hora del tapón, en Hato Rey, donde Víctor Luis Ramos Dávila, de 37 años, fue ejecutado mientras manejaba una guagua Nissan Pathfinder frente al Hospital Auxilio Mutuo, a las 5:30 p.m. La víctima, residente en el Embalse San José, presentaba 27 heridas de bala, y en la escena, que provocó un tapón inmenso, se recuperaron 38 casquillos de calibre .40.

El otro asesinato del viernes ocurrió a las 9:10 p.m., en la Comunidad Los Dolores, de Río Grande, donde murió ejecutado Jaime Maysonet García, de 29 años. El hombre fue asesinado frente a su casa, y tenía expediente criminal desde el 2011 por violar la Ley de Sustancias Controladas.

La noche del sábado fue bastante complicada para el Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de la Policía en Caguas, que trabajó dos escenas de asesinatos que, por lo pronto, se entiende guardan relación.

El teniente Elexis Torres, subdirector del CIC de Caguas, explicó que primero fue encontrado el cadáver de un joven de 18 años dentro de un Honda Civic en el sector Hormigas, en el barrio Cañaboncito, de ese municipio. El vehículo figura robado el sábado en la mañana en el área de Humacao, y el occiso, localizado a las 10:30 p.m., era vecino de este último pueblo pueblo, específicamente de la comunidad Villa Candelaria.

El otro cadáver fue encontrado baleado a las 11:47 p.m., en el barrio Turabo Arriba, frente al colmado Santa Marta, también en Caguas. La víctima en este caso tenía 23 años, era vecino del residencial Jardines de Humacao y su vehículo, un Honda Civic de 1995, fue recuperado la mañana de este domingo en la comunidad Las Carolinas, en Caguas.

Según Torres, las víctimas fatales, cuyos nombres no serán revelados hasta que sean identificados en el Instituto de Ciencias Forenses, se conocían y se habían comunicado durante la noche del sábado para encontrarse.