Justino Sánchez Díaz fue encontrado culpable hoy de seis cargos de asesinato en primer grado, siete tentativas de asesinato y de un incendio agravado.

Antes de emitir su fallo la jueza Marta María Rosario, del Centro Judicial de Arecibo, dijo que no tenía ninguna duda sobre los hechos del caso, como tampoco de la capacidad del acusado para comprender la criminalidad de sus actos.
Sánchez Díaz escuchó el fallo con una expresión de seriedad como único gesto. Mientras su familia en sala lloraba, pero contrario a lo que ocurre típicamente, en este caso las lágrimas eran una expresión de su conformidad con la decisión judicial.

La lectura de sentencia será el 12 de septiembre.

"Pido que no se mencione más lo malo y que se celebre la vida de los que fallecieron, de mi hijita Pamela, de la mamá de ella, de mi hijo, de mi amado sobrino Samuelito", expresó Pedro Sánchez Díaz, tras escuchar el fallo.

"Todos, gente tan productiva, tan bonita, que le hacían tanto bien a la sociedad y que hayan muerto por un capricho de este señor, es triste. Me gustaría tener el temple de perdonarlo, pero es que fue demasiado de malvado, fue demasiado de planificador", agregó.

El fiscal de distrito, Wilson González, opinó que la jueza tomó una decisión valiente y basada en un análisis correcto de la prueba.

“Se hizo justicia y toda la familia perjudicada que quedó en vida va a tener esa satisfacción y tranquilidad", señaló el Fiscal. "Justino no va a salir para culminar el trabajo que no culminó, que fue eliminar a toda su familia y a todos los que, de alguna manera, algún interés tenían en esa casa”, agregó.

En tanto, los abogados de la Sociedad para la Asistencia Legal, Luis González y Mario Moczó, insistieron en que el acusado es un enfermo mental "que no entendía lo que pasó" y que debería recibir tratamiento.

"No se pedía que se soltara a la libre comunidad como la gente piensa, se pedía que fuera a un hospital psiquiátrico por el resto de la vida, que es la pena del delito que le estaban imputando", dijo Moczó.

Antes del fallo judicial, el licenciado González insistió en su informe en que el comportamiento de Sánchez Díaz antes, durante y después de los hechos mostraban rasgos de disfuncionalidad y que padecía de un trastorno psicológico.

“¿Quién comete ese tipo de hechos? ¿Cualquier persona?", cuestionó el abogado en su informe al Tribunal. "Si de algo estamos claro los puertorriqueños es del grave problema de salud mental que tenemos", dijo González, al insistir que la mayoría de esos enfermos mentales no tienen un diagnóstico.

El fiscal González y la fiscal Marie Christine Amy, por el contrario, argumentaron que el acusado no actuó motivado por delirios mentales sino por el odio y su deseo de quedarse con la casa de sus padres.

"En esta comunidad nosotros no estamos acostumbrados a enfrentarnos ante un ser tan malvado y perverso como el acusado", comentó Amy durante su informe. "Estamos ante una persona maquiavélica, fríamente calculadora, que sabe cómo conseguir lo que quiere", agregó.

Sánchez Díaz fue encontrado culpable de provocar un incendio malicioso el día de Año Nuevo en el que mató a su madre, Josefina Díaz; a sus sobrinos Samuel Molina Sánchez, Jesús y Pamela Sánchez Vázquez; a su cuñada, Nereida Vázquez; y a la prometida de Jesús, Kate Donahue.

El fiscal González Antongiorgi dijo, en un comunicado de prensa del Departamento de Justicia,  que se propone presentar una moción solicitando agravantes con el propósito de que las penas por concepto de las tentativas de asesinato sean dictadas consecutivamente y así el convicto cumpla por los actos cometidos contra las víctimas que sobrevivieron el crimen.