Jonathan Soto Bonilla, alias “787”, fue encontrado culpable esta noche de conducir a exceso de velocidad de forma negligente y temeraria y provocar el accidente que causó la muerte de cuatro niños y dos adultos, frente al caserío  El Prado en Río Piedras.

El veredicto del jurado, de ocho hombres y cuatro mujeres, fue en votación unánime en cuatro de los seis cargos de homicidio negligente que pesaban en su contra. En los restantes dos, el laudo fue por mayoría de 10-2. En todos los demás cargos -dos de lesión negligente, provocar el accidente, abandonar la escena, conducir sin licencia y poseer un vehículo hurtado- el veredicto también fue unánime.

El convicto, de 21 años y huérfano de padre, se expone a una pena de entre 8 y 50 años de prisión.

 El juez superior, Harry Massanet Pastrana, del Tribunal de Primera Instancia de San Juan,  denegó una solicitud de absolución perentoria de la defensa y fijó para el 10 de diciembre entrante, el acto de lectura de sentencia.

“Todos en la vida pagamos por nuestros actos. Perdonamos a Jonathan Soto Bonilla, pero hay unas consecuencias. Lo siento. Sé que es fuerte el proceso, que se arreguinde de Jesucristo y que sea mejor ciudadano”, dijo Paula García Vivas, quien perdió a su mamá en el lamentable accidente.

“Todo está en manos del Señor”, indicó por su parte, Rafael Saldaña, padre de Génesis y Anthony, dos de los niños que murieron en el choque.

La fiscal Jimara Gabriel Maisonet dijo que “se hizo justicia para esta familia y se reivindica la labor de la Policía”.

El abogado defensor, Federico López Santiago, también dijo que se hizo justicia.

 “No podemos tapar el cielo con la mano. Era un caso complicado y le garantizamos sus derechos a Jonathan. Era un caso de gran envergadura, murieron seis personas”, dijo.

En su informe final al jurado, Gabriel Maisonet expresó que la prueba que presentó en el juicio, junto con la fiscal Lissette Sánchez, arrojó que la noche del 1 de febrero pasado,   el acusado conducía un Toyota Camry blanco a exceso de velocidad, de forma negligente y temeraria, arrolló a siete peatones que cruzaban la isleta entre la carretera PR- 181 y la calle Julio Andino, en dirección al caserío.

En el accidente perdieron la vida, Laura Vivas Rodríguez, de 73 años, su nieta Raiza Calderón García de 21 años y sus biznietos Laura Montalvo Calderón de 3 años, Anthony Saldaña García de 6 años, Génesis Saldaña García de 9 años y Amanda Calderón, de 10 meses de nacida. Sólo hubo una sobreviviente del grupo de peatones, Yaiza Montalvo Calderón, de 5 años. 

Los familiares de las víctimas lloraban al escuchar las argumentaciones finales del caso.

Gabriel Maisonet dijo que lo que fue un día de pasadía y gozo para una familia humilde,  se convirtió en tragedia y conmoción para el pueblo de Puerto Rico. 

“El acusado no tomó en cuenta que por allí pasaban niños, gente en bicicleta, peatones y siguió rápido rebasando por la izquierda, por donde no podía rebasar. En un estimado conservador pasó a 48 millas en una zona de 25”, sostuvo la fiscal, quien dijo también que testigos declararon que el acusado iba “como un celaje, a más de 60 millas”.

En su alocución final, Gabriel Maisonet resumió que la noche de los hechos el acusado iba para “un party” en el residencial Lloréns Torres con Josué Vázquez Feliciano y salían de El Prado adonde habían ido a janguear.

La fiscal detalló que el acusado impactó a las víctimas cuando todos estaban en la isleta a punto de llegar a su casa. Dijo que Yaiza estuvo siete días hospitalizada por las fracturas que sufrió en el fémur y la tibia. Todavía recibe tratamiento en el Hospital Universitaria. La fiscalía añadió  que después de huir de la escena, el acusado se fugó a Nueva York, desde donde fue extraditado a la Isla.

En sala estaba la otra perjudicada, Ada Lisa Rivera Rivera, quien recibió trasplante de cadera y la fiscal dijo que va a cojear permanentemente.

Mientras, el abogado de defensa  trató de sembrar dudas al decir que “es imposible que los haya impactado a todos porque venían en fila india como mamá con los pollitos”. Agregó que en el choque, Soto Bonilla impactó otro vehículo, un Toyota Corolla gris  y que ambos vehículos arrollaron a las víctimas.

“Se hizo justicia”

Mientras, en el caserío  El Prado en Río Piedras, el ambiente anoche era de satisfacción tras el veredicto de culpabilidad contra Soto Bonilla.

Así lo dijo a Primera Hora la líder comunitaria del complejo de viviendas, Carmen Berríos.

“Este veredicto representa alegría porque se hizo justicia. Aunque eso no nos devuelve a los difuntos, pero uno se siente tranquilo que por lo menos ese muchacho pagará por lo que hizo”, expresó Berríos.

Asimismo, destacó que siente complacencia pues “el abogado del acusado no se salió con las suyas”.

“Él lo que quería era tratar de equivocar al jurado, pero gracias a Dios el jurado supo evaluar bien la situación y determinar que era culpable y no era para menos. Estamos hablando de un hombre que atropelló de muerte a seis personas, que iba endrogado, en un carro robado, que iba a exceso de velocidad, hablando por teléfono y que huyó de la escena”, agregó Berríos, quien espera que Soto Bonilla sea sentenciado a la pena máxima de cárcel.