Carlos Cruz Rivera, conocido por el mote de Cano Lloréns, fue encontrado culpable este jueves por los delitos de portar un arma de fuego durante la comisión de tres actos de carjackings y por poseer un arma, siendo una persona con convicciones previas.

El juez federal José A. Fusté señaló la lectura de sentencia para el 14 de enero de 2016.

Apenas le tomó al jurado, compuesto por seis mujeres y seis hombres, poco menos dos horas para deliberar y emitir el veredicto de culpabilidad contra el hombre de 41 años, quien a nivel estatal está imputado de varias agresiones sexuales contra mujeres ocurridas entre San Juan y Carolina.

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El juicio en su fondo duró tres días con el desfile de más de una decena de testigos, incluyendo las tres víctimas de carjacking, una de las cuales fue víctima de actos lascivos estando embarazada y a otra la violó en un motel.

Durante la tarde, las fiscales Jenifer Yois Hernández y Kelly Zenón ofrecieron sus informes finales, solicitando un veredicto de culpabilidad, mientras que el abogado Héctor Ramos Vega, de la Oficina del Defensor Público federal, pidió al jurado una determinación de no culpabilidad.

Ayer, miércoles, declararon las tres víctimas de los carjackings, ocurridos el 30 de junio, el 11 de julio y el 18 del mismo mes.

La primera víctima relató que tenía seis meses de embarazo cuando buscaba estacionamiento cerca de su hogar, en Santurce, cuando el hoy convicto le apuntó con un arma de fuego y le dijo que era un asalto. El convicto se montó en su auto Dodge Caliber y la llevó a un cajero automático, de donde retiró $500. Antes de dejar a la mujer en un lugar cercano al residencial Luis Lloréns Torres, cometió actos lascivos contra ella.

La segunda perjudicada fue asaltada por Cruz Rivera en una gasolinera en la calle Loíza el 11 de julio a eso de las 11:00 p.m. La mujer relató que ella guiaba su Mitsubishi Lancer mientras él iba en el asiento del pasajero, apuntándole con una pistola negra por las costillas. Fue hasta un cajero automático a instancias de él, retiró $60 de su cuenta y la dejó también en un lugar cercano al residencial donde él vivía.

Los hechos del 18 de julio fueron contra una tercera víctima, quien a eso de las 11:00 p.m., esperaba por un amigo estacionada en la avenida Isla Verde, cuando Cruz Rivera se montó en su vehículo Honda Fit y le ordenó cambiarse al asiento del pasajero. Cruz Rivera llevó a la joven de 24 años a un cajero automático en el centro comercial Los Colobos, en Carolina, mientras la mantenía con una camisa por encima de la cara para que no pudiera verlo ni saber a dónde iban. Retiró $42 de la cuenta, y luego la violó en el auto. Después la llevó al motel Los Rodríguez, en Bayamón, donde la volvió a agredir sexualmente.

Finalmente la dejó cerca de un restaurante de comida rápida aledaño a la avenida Baldorioty de Castro, cercano a Lloréns Torres.

El convicto fue arrestado el 21 de julio en su apartamento 2540 del edificio 137, donde los agentes de la Policía encontraron una pistola Glock calibre .40 en un bulto rojo dentro de la lavadora.

El 6 de octubre pasado, Cruz Rivera aceptó que cometió tres carjackings entre junio y julio pasado, y que en uno de ellos agredió sexualmente a la víctima en varias ocasiones, al hacer alegación de culpabilidad por tres de los siete cargos criminales que pesan en su contra a nivel federal.

El hombre se expone a una pena máxima de 25 años de cárcel por el carjacking, y de cinco años hasta cadena perpetua por los cargos relacionados con el uso de armas. Por poseer un arma siendo convicto, se enfrenta a no más de 10 años de prisión.

Cruz Rivera tiene convicciones previas por delitos graves y menos graves a nivel estatal, como escalamiento, robo y fuga, que se remontan al año 1993.