“Hoy es el peor día de mi vida”.

Esta frase cargada de dolor resume la tristeza que consume al hijo de 13 años del policía puertorriqueño Rafael “Ralph” Ramos, quien fue ejecutado el sábado junto a un compañero de labores en Brooklyn, Nueva York, por un sujeto que horas antes anunció  en redes sociales sus intenciones criminales. Posteriormente, el asesino se suicidó.

“Hoy le tuve que decir adiós a mi padre. Él estaba ahí para mi todos los días de mi vida, era el mejor papá que podría pedir. Es horrible que alguien sea disparado sólo por ser un oficial de la policía. Todos dicen que odian a los policías, pero son  a los que llaman cuando necesitan ayuda. Siempre te amaré y nunca te olvidaré. Descansa en paz Papá”, escribió el niño menor del agente Ramos -quien tiene otro  hijo de 18 años-a través de su cuenta de Facebook.

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Trascendió que la familia del policía de ascendencia boricua es de Toa Baja. En su perfil se puede observar que una de sus fotos es la de un escudo con la bandera de Puerto Rico y su apellido. 

Ramos y su compañero Wenjian Liu fueron asesinados a quemarropa  por Ismaaiyil Brinsley, un joven de 28 años que, según datos publicados en AP,  había anunciado a través de su cuenta de Instagram que mataría a dos policías por las muertes de Eric Gardner y Michael Brown.

Según la agencia de noticias AP, Brinsley escribió en la red social lo siguiente: “Hoy daré alas a los cerdos. Se llevaron a uno de los nuestros, me llevaré a dos de los suyos”.

Brinsley utilizó los hashtags “Shootthepolice” (dispara a la policía), RIPEricGardner y RIPMikeBrown, en referencia a las dos muertes en las que hubo policías involucrados ( y no acusados) y que han provocado grandes protestas en varias ciudades de EE.UU..

Horas antes, Brinsley había herido de bala a su ex novia en Baltimore. La policía de esa ciudad vio los mensaje que había publicado el hombre en Instagram y alertaron a la Policía de Nueva York solo minutos antes de que ocurriera la tragedia, informó AP. 

“Ellos fueron, simplemente, asesinados... un blanco por su uniforme. ... Fueron emboscados y asesinados”,  dijo el comisionado de policía William Bratton, quien lucía pálido y afectado durante una conferencia de prensa en un hospital.

Por su parte, el presidente Barack Obama repudió el crimen y urgió a los ciudadanos  a rechazar la violencia.

“Dos hombres valientes no van a volver a casa con sus seres queridos esta noche, y para eso, no hay ninguna justificación”, indicó por escrito  Obama.