La decisión del Tribunal Supremo que le prohibe a Puerto Rico acusar por los mismos delitos a personas absueltas o convictas en un tribunal federal, afectará principalmente los casos de drogas y de pornografía infantil, que muchas veces se radican de forma dual: en ambos foros judiciales.

El reconocido abogado Osvaldo Carlo mencionó que la “doble exposición” que vedó el Tribunal Supremo de Puerto Rico abunda en nuestro sistema jurídico, que  esos casos se ven “por montones”, principalmente en lo que compete a delitos de narcotráfico y a delitos que involucran a menores en actividades de pornografía.

Carlo precisó que la decisión del alto foro puertorriqueño es de “una vía solamente”; que lo que impide es juzgar en las cortes boricuas a personas que ya han pasado por el crisol de una corte federal; no a la inversa.

La decisión emitida por el Supremo de Puerto Rico queda supeditada  a la revisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, a ninguna otra corte inferior.

Carlo señaló que en el  Tribunal del Primer Circuito de Boston ya se había decidido que Puerto Rico tiene las mismas prerrogativas que un estado de los Estados Unidos en cuanto a juzgar en sus cortes a personas ya previamente convictas o absueltas en las cortes del Gobierno federal.

En la propia decisión del Supremo boricua se menciona que  en 1987, Boston sostuvo que la Ley de Relaciones Federales y la creación de la Constitución de Puerto Rico alteraron la relación entre Puerto Rico y los Estados Unidos; que Puerto Rico se convirtió, tras ese hecho, en un soberano para propósitos de la doctrina de “soberanía dual”.

La supuesta carencia de esa “soberanía dual” es la que impide ahora que en las cortes de la Isla  se pueda juzgar a una persona por delitos por los ha sido juzgado en los tribunales federales.

La decisión de la semana pasada del alto foro boricua se fundamentó en que la Isla es un territorio de los Estados Unidos y que por tanto la soberanía, o autoridad,  de donde emana es del Congreso. 

Los estados federados, sin embargo, gozan de  una soberanía distinta a la de Estados Unidos, que se reservaron para sí mismos al adherirse a la Unión, y por lo tanto, siendo de dos fuentes distintas, sí pueden pasar juicio sobre lo que ha sido juzgado por el Gobierno Federal.

La doble exposición, que no es otra cosa que el derecho a no ser juzgado dos veces por un mismo delito, depende en ese sentido de dónde emana el poder de quien pretende juzgar la falta.

Los tribus indias americanas, alude el Supremo local,  también gozan de su propia soberanía para juzgar delitos criminales.

En el caso de Puerto Rico, el Supremo llegó a plantear que para procurar que un caso se vea también en las cortes de Puerto Rico ese foro “no podía declarar la estadidad federada”, que eso no  estaba dentro de sus facultades constitucionales.

La decisión del Supremo puertorriqueño no cobija a los ya convictos de delito. Por lo menos, eso no se desprende del texto de la determinación.

“Por lo general estas decisiones no son retroactivas”, explicó Carlo.

En cuanto al caso del contador Lutgardo Acevedo, se supone que este no podrá ser  acusado estatalmente por los actos de  corrupción vinculados al juez Manuel Acevedo Hernández.

El Contador Público Autorizado (CPA) aceptó en Tribunal de Distrito federal de San Juan –en agosto de 2014-  que le pagó al juez estatal alrededor de  $54,400 en efectivo, que le hizo regalos, le pagó arreglos en el hogar  y le ofreció otros artículos a cambio de ser favorecido en un caso de homicidio negligente, del que salió absuelto.

Ayer, el juez Alfonso Martínez Piovanetti, de la sala de investigaciones del Tribunal de San Juan, encontró  causa para arresto contra Lutgardo Acevedo por tres cargos de homicidio negligente, resistencia a la autoridad pública y por manejar en estado de embriaguez.

Con respecto a este último caso, la defensa del CPA ha dicho que acusarlo estatalmente implicaría una violación a su derecho a no ser juzgado dos veces por un mismo delito. Aquí, sin embargo, lo que hay que considerar es que él pasó ya por un juicio en el foro estatal,  del que salió airoso.