El juez Francisco Borelli Irizarry, del Tribunal de Carolina, encontró culpable esta tarde al expolicía Roberto Quiñones Rivera por el asesinato de su novia Yexeira Torres Pacheco, cerrando así un capítulo en este largo proceso judicial que entre su etapa de vista preliminar y juicio, se ha extendido por años.

Borelli Irizarry también halló culpable a Quiñones Rivera de un cargo de destrucción de evidencia por desaparecer el cuerpo de la bailarina y coreógrafa, de 23 años, en este inusual y altamente retante juicio para el Ministerio Público que no contaba con el cuerpo de la víctima para probar su caso.

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En ambos cargos, el Ministerio Público, representado por las fiscales Alma Méndez Ríos y Sonia Polanco Viera, alegó reincidencia simple.

Solo el cargo de asesinato contempla una pena de 99 años de prisión.

Borelli Irizarry anunció su fallo tras repasar toda la prueba desfilada durante tres meses de juicio en el cual declararon 44 testigos. Durante una extensa alocución, el juez enumeró los eventos que señalaron que entre la pareja existía un patrón de violencia de género. Además, condenó la actuación de quienes pudieron haber detenido el patrón antes de que tuviera un final trágico.

Antes, Borelli Irizarry escuchó las argumentaciones de la fiscal Méndez Ríos y el abogado Jorge Gordon Menéndez, quien representó a la defensa junto al licenciado Orlando Cameron Gordon.

La madre del acusado, Margarita Rivera, estuvo presente en sala, acompañada por un familiar. 

Quiñones Rivera, en tanto, se mantuvo serio y atento .

En su alocución, la fiscal repasó la prueba que desfiló ante la consideración del magistrado en los tres meses que duró el proceso judicial e insistió en la culpabibilidad del acusado, que le llevaba 12 años a su pareja.

Según el Ministerio Público, el acusado mató a Yexeira de forma violenta y premeditada entre el 24 y el 29 de octubre de 2011.

El abogado defensor, por su parte, insistió en que no se habían probado los cargos más allá de duda razonable y enumeró las insuficiencias, que a su juicio, tenía la prueba.

La sentencia fue pautada para el 4 de septiembre. 

Actualmente, Quiñones Rivera cumple una pena de 42 meses de cárcel por otros cargos.

Repaso al caso

Contrario a lo ocurrido este martes, durante los 45 días que tomó a las fiscales presentar su prueba apenas había público en sala. Pero siempre hubo familiares y amigos de las partes.

Los papás de Yexeira, Iris Pacheco Calderón y Víctor Torres Santiago, su hija mayor Jeanderish y otros amigos se sentaban al lado izquierdo del salón de sesiones.

El día que declaró el agente Noel Colón sobre unas manchas de sangre en la cabina de la van, el papá de Yexeria salió de sala llorando. La mamá irrumpió en llanto en medio de su testimonio al observar un vídeo que la mostraba sonriente al hablar por teléfono con Yexeira.

Al otro extremo de sala, se sentaba Margarita Rivera, mamá del acusado, quien antes de salir del recinto, en voz baja, le echaba la bendición a su hijo.

Durante sus interrogatorios y la prueba presentada, los fiscales expusieron que la bailarina recibió un golpe con un objeto contundente, que pudo haber sido el nivel amarillo de construcción que se aceptó como evidencia, mientras estaba en la guagua del acusado y se desangró en el asiento del pasajero. Después fue arrastrada hacia la parte trasera de la van.

Como parte de su prueba, las fiscales también sentaron a declarar a dos confinados que alegadamente escucharon al acusado confesar el crimen y decir que el cuerpo de la muchacha no iba a aparecer.

La defensa, por su parte, insistió en el registro de llamadas de los celulares de Yexeira y su mamá, que documentó llamadas entre ambas el 25 de octubre.

También atacó la confiabilidad de la prueba de paternidad en reversa que se realizó para identificar la sangre que había en las muestras tomadas de la cabina de la van y que según la seróloga pertenecen a una hija biológica de Pacheco Calderón y Torres Santiago, padres de Yexeira.

Además, trató de impugnar la credibilidad de los confinados que escucharon las supuestas admisiones subrayando contradicciones en sus testimonios y la facultad de la Policía para ocupar la guagua de Quiñones Rivera.

Iris Pacheco estuvo acompañada de su madre, Juanita Calderón. (juan.martinez@gfrmedia.com)

En la foto, Margarita Rivera, madre del acusado. (juan.martinez@gfrmedia.com)