El agente investigador Jesús Torres Ramírez dijo que no observó manchas de sangre en el baño ni en la cocina de la residencia en la que Jean Carlos López Carrasquillo disparó supuestamente contra Jan Carlos Alvarado Martínez, pese a que el abogado defensor Carlos T. Rodríguez Cruz insistió en la existencia de las mismas.  

También reconoció que no incluyó en sus notas detalles de la investigación y que desconocía quiénes habían movido a Alvarado Martínez la madrugada del 29 de junio de 2012.

En la continuación hoy del juicio que se sigue en el tribunal de Caguas contra López Carrasquillo, conocido como “Jeanpeca”, a quien se juzga por el asesinato Alvarado Martínez, el abogado atacó la investigación hecha por el agente adscrito a la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales de la Policía, al insistir en que Torres Ramírez no siguió los postulados básicos que rigen toda pesquisa.

Rodríguez Cruz empezó su contrainterrogatorio repasando la preparación y experiencia del agente, quien cuenta con 13 años de servicio en el cuerpo policiaco.

También recordó tres de los diez principios que aprendió en la Academia de la Policía: el caso se gana o se pierde en la escena, las notas que no se escriben no se recuerdan y tiempo que pasa, verdad que huye.

Entonces, ante un jurado compuesto por ocho mujeres, cuatro hombres y dos suplentes, cuestionó a Torres Ramírez sobre su desinterés en indagar sobre una información, que surgió del Centro de Mando de la Policía y que apuntaba a que entre la víctima y el supuesto agresor había habido una discusión.

"Sí (existía esa información), pero de la investigación no surge", indicó el testigo en la sala 506, que preside el juez Roberto Angleró.

De la llamada al Sistema de Emergencias 9-1-1 también surgió que la ambulancia de Emergencias Municipales se encontraba pendiente y no entraba a la urbanización porque se escuchaban unas detonaciones.

"Ninguno de los testigos mencionó eso", indicó el agente investigador, tras aceptar que no preguntó directamente a los testigos sobre dicha información.

En ese intercambio, el agente reconoció que Christian Berríos, quien recogió a la menor que llevó a “Jeanpeca” y a Heriberto Martínez León a la fiesta en la urbanización Hacienda Sabanera en Cidra, fue asesinado porque "era testigo en otro asesinato y lo mataron para que no hablara".

Luego del incidente en el que “Yankee”, como se le conocía a la víctima, recibió el disparo en el pecho que le provocó la muerte, la menor abandonó la urbanización con Berríos, quien pasó a recogerla en su motora.

Esa información de que Berríos la recogió, sin embargo, no aparece en las notas del agente investigador.

Las notas del investigador tampoco recogen la existencia de sangre en diversos puntos de la residencia como la cocina y el baño. Ni documentan la existencia de pisadas de sangre realizadas con calzado deportivo.

 "La escena la trabajó el Instituto de Ciencias Forenses", contestó Torres Ramírez ante la insistencia del abogado del acusado.

En torno a las personas que montaron a “Yankee” en el vehículo para llevarlo a recibir atención médica, indicó que se trataba de varias personas, pero no pudo precisar el número exacto, ni los nombres.

El conductor del vehículo en cual transportaron a la víctima chocó contra un poste cerca de la residencia de la fiesta. Cuando las autoridades llegaron al lugar encontraron el cuerpo de Alvarado Martínez en el pavimento cerca del carro.

Hoy también concluyó el interrogatorio directo del fiscal Ángel García Rodríguez, quien identificó en fotos el lugar en el se encontró un casquillo de bala y el lugar en el que cayó el cuerpo de la víctima, tras recibir el disparo.

El juicio sigue el lunes con la continuación de las preguntas del abogado al testigo.

Contra López Carrasquillo pesan un cargo de asesinato y cinco violaciones a la Ley de Armas por la muerte de Alvarado Martínez, quien ayudaba con la música en una fiesta convocada por las redes sociales el 28 de junio de 2012, en la urbanización Hacienda Sabanera.

 Martínez León, por su parte, se declaró culpable de un cargo de encubrimiento y cumplió una sentencia de cárcel de seis meses. Recientemente fue arrestado por su participación en el robo de una panadería.