Más de diez reuniones en cinco años, varios planes  de seguridad  sin resultados exitosos, los ciudadanos aterrados,  promesas, más promesas y, mientras... ¡los criminales siguen apoderados de las calles de Loíza!    

¿Y ahora qué? ¿Otro plan? ¿Podemos confiar?

Una vez más, luego de una racha de crímenes violentos en el municipio costero, altos funcionarios de la Policía de Puerto Rico se reunieron ayer con el alcalde Eddie Manso Fuentes para discutir el nuevo plan de seguridad que se establecerá en ese pueblo como medida para detener la vorágine de violencia que parece ensañarse cada vez más con dicha comunidad.

Relacionadas

Aunque el pasado 11 de marzo el superintendente José Caldero personalmente anunció el establecimiento de un destacamento de la Policía en Piñones -luego de un asesinato ocurrido tres días antes-  la realidad es que hasta el momento la estrategia de la Uniformada no ha rendido frutos. Al contrario, los crímenes violentos que han cobrado víctimas inocentes parecen haberse duplicado en apenas un mes.

Aunque el superintendente no estuvo presente durante la reunión de ayer, el coronel Gregorio Merced, jefe del área policíaca de Carolina, junto a la comandante de la zona,  Margarita George, reveló información de lo que se propone hacer la Uniformada para combatir la violencia en la zona.

El nuevo plan de la Policía consta de establecer más destacamentos y un precinto adicional  en el pueblo de Loíza,  a la vez que se aumenta la vigilancia preventiva. 

“Por el momento vamos a aumentar la vigilancia preventiva los jueves, viernes, sábados y domingos. Nosotros contamos con bastante personal asignado, ahora vamos a reforzar con una unidad especializada para que nos dé la mano”, explicó el coronel Merced.

 Parte de la estrategia de la Policía es establecer un destacamento en el antiguo cuartel del barrio Medianía Alta que, según explicó el coronel, “se espera que esté operando a fines de este mes, ya que la estructura necesita mantenimiento y la instalación de los servicios básicos de energía eléctrica y de agua”.

Manso Fuentes explicó, por su parte, que el Municipio asumirá los gastos de rehabilitación del mencionado cuartel.

“Nosotros vamos a corregir las deficiencias en la planta física que tiene esa estructura, donde se establecerá este destacamento, además de que suministraremos  un policía municipal por turno para que haga la función de retén. De esta manera todos los policías estatales estarán brindando patrullaje preventivo en las comunidades de Medianía Alta”, explicó el primer ejecutivo municipal.

“También le dimos seguimiento a los planes del superintendente de la Policía de establecer un precinto de Piñones de la Policía de Puerto Rico, el cual estará ubicado en las antiguas facilidades de la Policía Montada. Solo se espera por una asignación de fondos legislativos por parte del representante Ángel Bulerín para la compra de materiales que serán utilizados para reparación y mejoras a dicha facilidad. El Municipio aportará la mano de obra”, añadió Manso Fuentes.

El primer plan de seguridad que se estableció en Loíza para combatir la racha de crímenes fue implementado por el propio Caldero en el año 2010, mientras era jefe de área de Carolina, y logró una reducción de 35 asesinatos -como producto de una guerra territorial que había para aquel entonces- a solo dos en el 2011. La base de su método fue la cooperación ciudadana.

Durante la reunión de ayer se le informó al alcalde que de la reciente clase graduada  de cadetes de la Academia de la Policía se asignó una cantidad considerable de agentes a ese distrito.

Mayor presencia

El reclamo de la ciudadanía a lo largo de las comunidades de Loíza sigue siendo el mismo: mayor vigilancia y mayor cantidad de efectivos de la Uniformada para evitar más crímenes.

Efraín Santos, líder comunitario del sector Piñones -uno de los más abatidos recientemente por el crimen-, dijo tener esperanza en que el nuevo plan que establecerá el superintendente de la Policía rendirá los frutos esperados, aunque admitió que el proceso ha sido lento.

“Yo creo que lo que necesitamos aquí es mucha mayor presencia de la Policía. Ahora mismo el problema es que cuando hay un problema es que aparecen, esperan a que se haya cometido el crimen, pero tienen que estar aquí todo el tiempo, esa es la única manera de resolver esto”, indicó el líder comunitario del frecuentado sector turístico. 

A preguntas de si consideraría como una acción efectiva para controlar el crimen en la zona la reactivación de la Guardia Nacional, el líder explicó que no cree que esa sea la solución.

“Yo no creo en que lo de la mano dura (contra el crimen) sea la solución. Yo creo que el plan de (José) Caldero va a funcionar porque él conoce a Loíza y ya él ha sabido trabajar con la situación, así que es cuestión de darle tiempo”, añadió a la vez que admitió que se requiere que la ciudadanía coopere más con la Policía.

Por su parte, Alexis Correa, líder comunitario de Parcelas Suárez, también respaldó el plan de Caldero.

“Sí, creo que puede funcionar porque lo que aquí se necesita es más presencia de la Policía. No esperar a que se cometa el crimen para que vengan, pero también es importante que los ciudadanos nos involucremos en la lucha contra el crimen”, aseguró Correa.

“En el censo que estamos haciendo en Parcelas Suárez el sentir de la gran mayoría de las personas es qu e la Policía tiene que darle mayor atención a los four tracks porque esto los fines de semana aquí se pone imposible, y mayor vigilancia preventiva”, explicó.

Ambos líderes lamentaron la dilación en el establecimiento de un destacamento de la Policía tanto en Piñones como en el pueblo de Loíza.