Quebradillas. La Iglesia San Rafael Arcángel se llenó de fieles y amigos de doña María Ríos Sanchez, para darle el último adiós a la placera de nacionalidad mexicana que fue encontrada asesinada el pasado jueves 4 de septiembre en el baño de su residencia en el sector Las Talas de Quebradillas.

La misa ofrecida por el Padre German Valverde conmocionó a los hijos de la mujer y demás presentes, en el momento de impartir la paz, cuando decenas de personas se allegaron hasta los hermanos Carlos y Edwin Ramos Ríos, para ofrecerles un abrazo solidario por la pérdida de su madre en semejantes circunstancias.

La mujer murió a sus 83 años a manos de tres sujetos que confesaron haber esperado a que ella saliera en la madrugada del miércoles a trabajar, para forzarla y robarle dinero, supuestamente para poder pagar una deuda de agua y luz de $800.00. En ese robo domiciliario, lo que se llevaron fue la vida de la anciana que vivía sola, pues la mujer conocía a uno de ellos y decidieron no dejarla con vida para que no los delatara.

El coro de la parroquia cantaba al compás de guitarras “Adiós con el corazón, que con el alma no  puedo”, cánticos que hicieron a los hermanos aferrarse al féretro de su progenitora, acompañados de sus esposas, sobrinos y demás familiares.

Al principio de la misa, los hermanos lucieron tranquilos, pero ya avanzada la ceremonia, Carlos se mostró bastante afectado.

Al salir de la iglesia, camino al carro fúnebre los fieles que asistieron a la misa despidieron a su amiga con un extenso y caluroso aplauso que dio paso a Edwin a reaccionar.

“Se lo merecía (el aplauso). Estamos muy contentos con el apoyo del pueblo. Gracias a las personas presentes. Nos sentimos muy honrados por el cariño que este pueblo ha demostrado tener por nuestra madre”, expresó.

Del lado de su esposa Brenda Ramos, Edwin agregó que “ahora sabemos porque no se quería ir con nosotros. Esta era su familia también, no nada más nosotros. El pueblo de Quebradillas era su familia, para ella, eran sus hermanos, amigos”.