Florida. Recto, intachable y, sobre todo, querido y respetado por todos.

Vecinos de la urbanización Altos de Florida no podían salir de su asombro ante la repentina muerte del teniente Osvaldo Albarati, quien fue abatido a tiros desde un auto en marcha justo cuando salía de su trabajo en el Centro Metropolitano de Detención, también conocido como la Cárcel Federal, en Guaynabo, al filo de la medianoche del martes.

Osvaldo Valentín, uno de sus vecinos, recordó con tristeza que “aquí vinieron y nos despertaron con esta noticia, y te tengo que decir que estamos todos devastados”.

“No habrá nada que pueda compensar la partida de Osvaldo. No perdimos simplemente a un vecino y amigo, perdimos a alguien que considerábamos parte de nuestra familia”, dijo visiblemente afectado.

Compungido, Valentín describió a Albarati –quien hace poco más de 12 años se unió al Negociado Federal de Prisiones, una dependencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos– como un hombre servicial y líder de esa comunidad.

“Te puedo decir las cualidades de ese hombre y me quedo corto. Era una persona con una conducta intachable, que conocía las necesidades de la comunidad y siempre estaba pendiente de que todo en el vecindario estuviera bien”, dijo.

Así mismo lo describió Migdalia Cortés, que vive a dos calles de la casa del fenecido.

“Era una persona bien cooperadora y buen padre de familia porque compartía mucho con sus nenas y su esposa”, sostuvo la mujer, quien mantenía comunicación con Albarati en las reuniones de vecinos.

A Albarati le sobreviven su esposa y dos hijas, de 11 y siete años. Se informó que tanto la viuda como las dos menores estarían recibiendo ayuda psicológica para lidiar con el doloroso suceso, pero por instrucciones de las autoridades federales, los familiares inmediatos rehusaron dar declaraciones.

FBI asume jurisdicción

El Negociado Federal de Investigaciones (FBI) se encuentra revisando vídeos del área donde ocurrió el asesinato justo antes de la salida del expreso José de Diego (PR-22) hacia Plaza Río Hondo, en Bayamón.

El cuerpo de la víctima fue hallado con múltiples impactos de bala dentro de un vehículo deportivo, marca Hyundai, atravesado en el expreso, en dirección de Bayamón a Arecibo. De acuerdo con el director del FBI en Puerto Rico, Carlos Cases, se desconoce si el oficial intentó repeler el mortal ataque.

Cases señaló que durante la investigación preliminar conocieron que el o los asesinos dispararon desde un vehículo tipo sedán color negro o de un color oscuro y tenía los cristales con tintes.

Se piensa que más de una persona disparó contra Albarati debido a que en la escena encontraron casquillos de bala “de varios calibres”, dijo el fiscal estatal José Capó, pero no precisó cuáles.

“A base de la información que tengo, fue que lo persiguieron en la autopista y lo acecharon”, dijo Cases.

Los sicarios aparentemente esperaban a que Albarati saliera de la cárcel al terminar su turno de trabajo y entrara a la autopista por el acceso justo frente al penal. Uno o dos minutos después habrían comenzado a dispararle, indicó la fiscal Lorna Colón Rivera, quien analizó la escena.

Albarati trabajaba como supervisor en la rama investigativa del Negociado Federal de Prisiones en la Isla. Su trabajo consistía en indagar sobre actividades ilegales que se llevaban a cabo dentro de la Cárcel Federal.

Cases expresó en conferencia de prensa que una de las teorías que se contemplan es la posibilidad de que el crimen tuviera algo que ver con el trabajo de Albarati.

“Ese es uno de los ángulos que se está investigando, pero tenemos que investigar todos los ángulos que se puedan presentar”, sostuvo Cases sobre el oficial, que previamente trabajó en la Policía de Puerto Rico.

Por su parte, la jefa de la Fiscalía Federal en Puerto Rico, Rosa Emilia Rodríguez, admitió que en la Cárcel Federal enfrentan problemas de contrabando. “Como en todas las cárceles en Puerto Rico, tenemos contrabando, celulares, cantidades pequeñas de drogas”, sostuvo.

“Muchas veces los traen los familiares, muchas veces podemos estar sospechando e investigando a los mismos oficiales”, agregó la fiscal, quien no confirmó ni descartó que haya alguna investigación en curso sobre ese contrabando.

Advirtió que los responsables del asesinato de Albarati se exponen a ser sentenciados a la “pena de muerte o cadena perpetua, dependiendo de la decisión de un jurado”.