La defensa de Christian “Chemito” Soto Mujica, hijo del alcalde de Canóvanas, José “Chemo” Soto, y hermano de la ex senadora Lornna Soto, intentó establecer ayer que la participación del acusado en la actividad de trasiego de marihuana incluía la cantidad mínima de droga dentro de las guías federales de sentencia, que sería de 1,000 kilos, lo que significaría una condena mínima de 10 años.

Por el contrario, el fiscal federal José Capó Iriarte insistió en que el trasiego consistió en 3,500 kilos de marihuana en un año, lo que conllevaría una pena hasta de 40 años.

Soto Mujica y el coacusado Tony Godines Lupián, líder de la ganga, quien era la persona que enviaba la marihuana desde California a diferentes direcciones postales en Puerto Rico, se declararon culpables de conspiración para poseer con intención de distribuir la droga y haber utilizado el correo postal para ello.

El juez federal Gustavo Gelpí celebra unas vistas evidenciarias, a petición de la defensa, para determinar y estipular la cantidad que se traficaba.

Ayer continuó el contrainterrogatorio al testigo cooperador Alex Ramos Mediavilla, quien declaró que la ganga utilizaba cajas para enviar la marihuana y que el peso de la droga en cada una era de 15 libras.

La defensa intentó llevar al testigo a admitir que algunas cajas pesaban 10 libras o menos. Capó Iriarte intervino para decir que muchas de ellas pesaban hasta 20 libras.

Robert Millán, abogado de Soto Mujica, presentó dos grabaciones de conversaciones entre Ramos Mediavilla y Godines Lupián, en las que el líder plantea un problema porque envió unas cajas que son grandes a otra gente, y el testigo da a entender que “Chemito” actuaba aparte.

“Yo te dije que no las tiraras con Elmer. Tú sabes quién está detrás. Es Chemito, que está bien pelao”, se escuchó decir a Ramos Mediavilla.

Millán le preguntó al testigo si cuando hablaba de “esa gente” no se refería a “gente suya” y si Chemito no era de su gente. El juez Gelpí también intentó aclarar a qué se refería.

“Lo que pasa es que fue un engaño a Godines, que enviaban marihuana a sus espaldas a Héctor el Flaco y a Chemito”

En la conversación grabada, se escuchó a Ramos Mediavilla decir: “Yo sé que te truquean porque Chemito se compró un Polaris y un jet-ski. ¿Tú sabes cuánto vale un Polaris?”

El testigo rechazó que Soto Mujica perteneciera a un grupo aparte.

El juez Gelpí le preguntó que en qué jerarquía estaban con relación a Soto Mujica y contestó que a un mismo nivel.

¿Sería cierto decir que Soto no trabajaba para Godines”, inquirió Millán.

El testigo contestó: “Soto Mujica es socio del Flaco, que daba instrucciones y distribuía las cajas. 'El Flaco' era socio de Tony, como yo era socio”.

¿Pero Soto no era socio de Godines?, preguntó el letrado.

“No, pero la mercancía que Tony mandaba era del Flaco y de Chemito”.