Maunabo. “Aún lo veo ahí y no lo puedo creer”.

Para el sargento Roberto García, no ver más a su “hermano” y amigo de la infancia, Geniel Amaro Fantauzzi, es un dolor inenarrable.

Él, al igual de decenas de personas, se allegaron ayer al anexo de la Casa Alcaldía de Maunabo en el segundo día del velatorio del agente, quien murió el pasado lunes tras ser desconectado del ventilador que lo mantenía con vida.

Como es de suponer, el ambiente que se respiraba era de solemnidad y tristeza, y así lo evidenciaban los rostros de los que esperaban en fila para ver por última vez al agente caído en el cumplimiento de su deber en el residencial April Gardens I de Las Piedras el pasado 19 de agosto.

El sargento García dijo que para él la pérdida es más profunda porque le unían lazos casi familiares con el uniformado.

“Para mí es muchísimo más fuerte porque él y yo nos criamos juntos. Estudiamos juntos desde kinder, éramos vecinos de toda la vida y trabajábamos juntos. Él era un hermano para mí”, dijo García, quien lucía profundamente dolido por la pérdida.

“Es algo increíble. Aún lo veo ahí y no lo puedo creer. Era una persona responsable en su campo de trabajo. En los 16 años que estuvo en la Fuerza, demostró ser un excelente policía”, añadió el oficial, quien indicó que la familia se recupera lentamente de la tragedia.

Según el sargento, el compromiso de Amaro Fantauzzi con su trabajo era total y conocía muy bien de los riesgos que la División de Drogas de la Policía representaba.

“A pesar de que todo el mundo sabe que conlleva muchos riesgos, él y yo nunca hablamos de la posibilidad de que uno de los dos perdiera la vida en el cumplimiento del deber. Nunca pensamos que eso podía suceder”, añadió.

Asimismo, doña Luz Rodríguez, vecina del barrio Palo Seco, lugar de nacimiento y crianza del agente y donde actualmente residía, también lamentó la pérdida de Amaro Fantauzzi, a quien dijo conocer desde que apenas era un niño.

“Yo lo conocía desde chiquitito. Sus padres eran pastores en la iglesia y siempre han sido muy queridos en el barrio. Nos ha sorprendido tremendamente esta tragedia, pero Dios es el que nos da la vida y es Él quien dispone”, indicó.

Doña Luz recordó que desde temprana edad ya daba indicios de que sería policía.

“Ya desde chiquito andaba por el barrio jugando a los policías. Era bien activo desde pequeño y dado a los demás. Esto no es solo una pérdida para su familia y nuestro barrio, sino para todo Puerto Rico”, añadió.

Por su parte, el también sargento Félix Luyando Ramos, director de la División de Explosivos de la Policía en Humacao, aseguró que Amaro Fantauzzi es un recurso irremplazable en la Uniformada.

“Yo veía a ese muchacho trabajando siempre, un soldado de primera fila. Siempre tenía una sonrisa a flor de labios; siempre de buen humor”, recordó Luyando Ramos, a la vez que criticó a las cortes del País.

“El mismo derecho afecta nuestra labor. Las leyes nos impiden ser preventivos y nos obligan a solamente actuar cuando algo sucede y por eso pasan cosas como esta”, dijo.

El agente de 35 años y su compañero Julio C. Mundo Feliciano, de 34, fueron baleados mientras realizaban un trabajo como encubiertos en el caserío April Gardens I.

Por estos hechos William Vázquez Tirado, de 27 años, enfrenta cargos de asesinato en primer grado y de tentativa de asesinato.

El entierro del agente será hoy, a las 11:00 de la mañana, en el cementerio municipal ubicado en el centro urbano.