El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), Ángel Figueroa Jaramillo, vinculó el ataque sufrido este viernes por un obrero del sindicato en Santa Isabel a una “campaña de demonización” en la que los responsabilizan de forma errada por los problemas fiscales del Puerto Rico.

“Esto es el resultado de una campaña de demonización, aunque nosotros no somos responsables de los problemas fiscales del país. La gente no puede canalizar sus frustraciones con los obreros que son los que se levantan todos los días temprano para servir al país”, sentenció Figueroa Jaramillo en entrevista con este medio.

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Molesto porque le desconectaron el servicio de energía eléctrica, un hombre identificado por la Policía como Juan de Dios Rodríguez Vega apuñaló a Luis Lugo Torres, empleado de la Utier asignado a la oficina comercial de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en Santa Isabel. El herido permanece hospitalizado en el Centro Médico de Río Piedras.

Figueroa Jaramillo explicó que habló temprano con la esposa de Lugo Torres. La mujer le informó que los médicos notificaron que afortunadamente el obrero no sufrió laceraciones en órganos vitales. “El compañero fue operado anoche (viernes), le hicieron una exploratoria y detectaron que, gracias a Dios, no hubo perforación del intestino”, manifestó el líder de la Utier.

Figueroa Jaramillo explicó que el caso del abonado Rodríguez Vega se relaciona con una investigación por “hurto de luz”. Explicó que debido a esa situación la corporación hizo un ajuste de facturación y ordenó un corte del servicio el pasado jueves. Aunque Lugo Torres no tuvo que ver nada con la acción ordenada con la AEE, el abonado se armó de un cuchillo y lo atacó, lamentó el sindicalista al observar que la hija del agresor se encontraba abonando al plan de pago de su padre cuando ocurrió el ataque.

“Urge hacer una campaña educativa para que la gente entienda el trabajo de la Utier… Cuando a alguien le cortan el servicio de teléfono celular no van a agredir a los empleados de esa compañía. Esta agresión se suma a otras porque ya hay un patrón y estamos pagando el costo de la percepción de un país mal informado”, puntualizó Figueroa Jaramillo.

De inmediato condenó el silencio de la gerencia de la AEE tras la agresión al obrero Lugo Torres y criticó al titular de la corporación, Juan Flores Alicea, por no ser receptivo al reclamo de la Utier de desarrollar la citada campaña de orientación y promoción de solidaridad con los trabajadores al explicar sus responsabilidades y complejidades de sus labores.

“Esto es una agresión más, pero todos los días los empleados reciben insultos, amenazas de abonados y estando libres o en receso no pueden ni lucir el uniforme porque reciben improperios de la gente en la calle”, lamentó al destacar que hace poco “en la oficina comercial de Vega Baja una persona brincó el ‘counter’ de servicio y agredió a una gerencial y a una empleada de la unión. Esto demuestra que hay un patrón y es una situación bien lamentable”, agregó Figueroa Jaramillo.

A juicio del directivo de la Utier, la “campaña de demonización” surge “del discurso del gobierno y de algunos analistas” en referencia a comentaristas de noticias que no identificó. También responsabilizó por mensajes en contra de la Utier que vincula a reacciones violentas de los ciudadanos contra empleados unionados de la AEE a ciertos discursos del sector privado.

Las situaciones de riesgo en las oficinas comerciales y en la calle contra unionados de la AEE, se suma a las condiciones de riesgo histórico vinculado a las peligrosas tareas de celadores de línea y otros trabajadores El caso fatal más reciente relacionado a esas situaciones ocurrió al caerse una torre en Comerío. La víctima fue identificada como Héctor Laboy Salicrup, de 42 años, natural de Carolina.

Después de la agresión en Santa Isabel, Figueroa Jaramillo publicó en su cuenta de Facebook un mensaje en el que culpa al senador Eduardo Bhatia, al gobierno y sectores económicos por posiciones en contra de la AEE y sus trabajadores, acciones que “las estamos pagando con vida y sangre”.

“No es responsabilidad de los trabajadores de la Utier que según las instrucciones que la gerencia imparte se corten servicios o se detecten hurto a algunos ciudadanos. Cuando las compañías privadas de celulares cortan servicio, ¿los clientes agreden a los empleados de esas compañías? La respuesta es no. Entonces por qué a los de energía eléctrica se le agreden verbal y físicamente”, tronó en la red social.

“Mientras la licenciada María Méndez, directora de Recursos Humanos y el director Ejecutivo Juan Alicea se dedican a quitarnos los derechos y la gerencia se presta hacer el trabajo nuestro. Nuestros compañeros y compañeras sufren las agresiones de un pueblo incitado por el propio gobierno tratando de hacernos ver los malos, y la gerencia de la AEE en total silencio de acción”, agregó.

Acusado y en prisión

Juan de Dios Rodríguez Vega fue acusado de tentativa de asesinato al figurar como sospechoso de apuñalar al empleado de la Autoridad de Energía Eléctrica, Luis Lugo Torres, en Santa Isabel, informó la Policía.

Rodríguez Vega, de 76 años, quedó sumariado en prisión desde anoche, al no poder pagar la fianza de $400,000 que le impuso la jueza María Vázquez Muñoz.

Según la prueba presentada por la fiscal Limarie Cobián, a Rodríguez Vega se le señaló un cargo por usar un arma blanca para herir en el abdomen a Lugo Torres.

El obrero fue agredido el viernes, a las 3:00 p.m., en la oficina administrativa de la AEE, ubicada en la calle Muñoz Rivera del citado municipio, justo mientras dialogaba con Rodríguez Vega, quien estaba molesto por la suspensión del servicio de energía eléctrica en su residencia.

Tras evaluar la prueba, la jueza Vázquez Muñoz determinó causa para arresto contra Rodríguez Vega por tentativa de asesinato y violación a la Ley de Armas.

De no pagar el 10% de la fianza, Rodríguez Vega permanecería sumariado hasta su vista preliminar, que se fijó para el 22 de diciembre. El caso fue investigado por el agente José Torres, adscrito a la División de Homicidios del área de Ponce.