La presión mediática fue uno de los principales obstáculos que enfrentó la defensa, a juicio de Rivera.

“Con toda honestidad, soy abogado de defensa y siempre tengo la esperanza de ver si una persona la absuelven en un caso como este. Digo eso porque esta es la crónica de una muerte anunciada. El personaje llamado ‘La viuda negra’ creó una percepción de Áurea antes de que se le haya radicado cualquier tipo de cargos. Ya los abogados de defensa tenían como mayor obstáculo encontrar personas imparciales en ese jurado”, opinó Rivera, quien dijo que la sombra de Áurea y toda la carga mediática arropó consigo a los coacusados. 

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“Evidentemente, al ser acusados con Áurea traen consigo el mismo personaje porque, cuando se trata de este caso de conspiración, todo lo relacionado a Áurea también se lo achacan a ellos. Para los abogados de defensa este caso era tan y tan difícil porque era ir en contra de ese monstruo que todo el mundo, supuestamente, sabía que era Áurea. Tengo que felicitarlos, porque se echaron ese monstruo encima e hicieron un trabajo espectacular”, agregó.

Debido a los detalles del caso, Rivera entiende que la defensa debe apelar el veredicto, aunque no le cabe duda de que la sentencia será una cadena perpetua para el trío.

“Entiendo que es cadena perpetua, evidentemente por la conclusión del delito, que es la conspiración en el asesinato de esa persona. No obstante, lo más correcto es que se vayan en apelación porque cuando examinas este caso desde el macro, uno piensa de primera instancia que son culpables, pero cuando ves que casi toda la prueba del ministerio público federal es circunstancial y que la única directa es la de este testigo de nombre Alex (Pabón Colón), que uno tiene que mirarlo de reojo porque es una persona afectada emocionalmente, con unas condiciones de salud y con una adicción a drogas, entonces hay que poner en perspectiva la credibilidad de este señor. ¿Fue que Áurea le pagó o él quiere estafar a Áurea?”, cuestionó.

Guzmán fue más parco en sus expresiones al mencionar que “este era un caso muy particular y no me sorprendió el veredicto de culpabilidad”.

Cree que la apelación es la ruta correcta para la defensa pues, aunque el veredicto tiene gran peso en el Tribunal Apelativo, los elementos de los testigos se presentan solo en el papel, por lo que no cobran el protagonismo que tienen en este primer foro judicial.

“Una de las cosas importantes en los casos criminales son los gestos, la manera en la que el testigo se expresa. Es una cosa que al jurado siempre se le pide que observe a detalle para darle credibilidad al testimonio. Pero eso no lo puedes sacar de un papel, por eso es que las apelaciones son totalmente diferentes a los juicios, porque nunca ven al acusado ni a los testigos, solo ven documentos. Los testimonios se transcriben y eso es lo que leen los jueces del Tribunal Apelativo. Ellos ven si hubo fallas en el proceso, si se admitió una evidencia que no debió ser admitida”, detalló el abogado.

Aun así, Guzmán ve un panorama complicado para este caso en el foro apelativo.

“La defensa siempre puede atacar el proceso. Tiene que haber base en términos de si se admitió una evidencia y si se objetó en el momento. Pero una evidencia, aunque no haya sido objetada en el momento, si es tan contraria a la justicia, podría cambiar el curso de la situación. Pero, eso es muy poco probable porque los jueces del apelativo le dan mucha deferencia a un veredicto porque el sistema está basado en eso”, indicó Guzmán, quien coincidió en que se le dé la sentencia mayor a los tres convictos. 

“Es una gran posibilidad de que reciban cadena perpetua. Estamos hablando de una conspiración para asesinar. Se salvaron de haber sido certificados a la pena de muerte por la situación de la extradición. Hubiese podido ser una alternativa también”, opinó Guzmán, quien aclaró que en lo personal está en contra de la pena de muerte.