María del Mar y Sara Barceló revivieron esta semana la aterradora balacera de la que milagrosamente sobrevivieron la madrugada del 11 de diciembre de 2004, cuando regresaban felices con su padre de un concierto en Bayamón y el vehículo en el que viajaban también sus dos hermanas y una amiga, quedó atrapado en una lluvia de balas, producto de una confusión.

Las sobrevivientes, que entonces eran adolescentes y ahora tienen 24 y 25 años, respectivamente, identificaron el miércoles, en la Sala 704 del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, una fotografía de la escena en la que yacían sin vida, los cuerpos de su padre y entonces procurador de menores, Antonio Barceló Jiménez y de sus hermanas, Laura Barceló Rosario y Yahaira Barceló Segarra.

“Nunca se me van a olvidar los momentos traumáticos que viví con mi papá y mis hermanas”, expresó Sara, quien al igual que se hermana María, declaró en el juicio por jurado que se ventila contra cinco acusados: Billy de Jesús Reyes; Alex "Chichi" Rivera Huertas; Israel "Tito" Sánchez de la Rosa; Abdiel Roberto Molotones; y Ángel Roberto "Robert Pinto” Díaz Vélez.

Las autoridades alegan que la madrugada de los hechos Barceló Jiménez iba en su auto con cuatro de sus seis hijos y una amiga de ellas, conduciendo por la carretera PR-2 en dirección de Bayamón a Guaynabo, a la altura del centro comercial San Patricio, cuando sicarios les dispararon.

En el lugar fallecieron Barceló Jiménez y sus hijas Laura, de 15 años, y Yahaira, de 24. Sus otras dos hijas, Sara Barceló Segarra, de entonces 13 años, y María del Mar Barceló Rosario, que tenía 12, resultaron heridas.

Según el testigo principal, Albert "Purulo" Saldaña Esquilín, la noche del 10 de diciembre de 2004, él, los cinco acusados y otros cinco individuos que ya murieron, divisaron a un "enemigo" apodado El Atleta y siguieron el vehículo donde iban las víctimas, por equivocación. Les dispararon con dos AK 47, tres armas de nueve milímetros y dos pistolas calibre .40

Tanto María del Mar como Sara dijeron que escucharon al menos dos ráfagas de lo que pensaban que eran petardos, por el lado izquierdo del auto Grand Marquis de su padre. Sara dijo que después de la segunda ráfaga, escuchó más sonidos que describió como petardos sueltos. El juicio que es presidido por la jueza Vivian Durieux, continúa el lunes.