Un reconocido empresario, Juan Antonio San Miguel, fue sentenciado hoy por la mañana a un año de cárcel y tres años de probatoria por su participación en un esquema de sobornos en el municipio de Barceloneta que culminó con el procesamiento criminal de su ex alcalde, Sol Luis Fontanes, otro ex funcionario municipal y un ingeniero ambiental.

Aunque la Fiscalía Federal recomendó una pena de 12 meses de arresto domiciliario, el juez federal José A. Fusté determinó que el comerciante tenía que cumplir este término en la cárcel, además de una multa de $150,000, debido a la disparidad que se podría percibir con la sentencia de Fontanes. El ex alcalde fue sentenciado la semana pasada por el mismo juez a 10 años de prisión, la máxima estatutaria.

“La corrupción pública es un problema serio y me preocupa el hecho que uno de los acusados (Fontanes) recibió una pena de 10 años de prisión y que este acusado reciba probatoria. No dudo que este caballero haga hecho una buena labor ciudadana, como muchas otras personas...pero él tuvo la oportunidad de decir que no y por eso es que hay tanta corrupción”, indicó el juez Fusté antes de emitir su sentencia en una sala llena de familiares y amigos del acusado.

Durante la vista de sentencia de Fontanes la semana pasada había trascendido que el ex alcalde pudo haber recibido unos $90,000 en sobornos entre el 2010 y 2011, según algunos estimados conservadores del Negociado Federal de Investigaciones (FBI). Pero se cree que el ex funcionario recibió sobornos de muchos otros contratistas y empresarios. Por ejemplo, las autoridades creen que Fontanes pudo haber devengado unos $177,000 desde el 1996 a 2011 solamente por parte de San Miguel.

Fontanes recibía las mordidas a cambio de que los empresarios pudiesen hacer negocios en el municipio, ya sea a través de la obtención de contratos o la venta de terrenos.