La investigación para conocer las circunstancias que provocaron la caía al agua ayer de un helicóptero frente al paseo tablado de Cataño y que le costó la vida a su único tripulante, tardará unas semanas más.

Rolando Padua, director del Negociado de Aviación de la Autoridad de los Puertos, explicó a este medio que peritos de la Junta Nacional de Seguridad de Transporte tendrán a su cargo la pesquisa para conocer las causas del accidente.

“Debe haber un reporte preliminar en unas semanas”, manifestó Padua.

Como parte de la investigación, instrumentos de la nave serán llevados a un laboratorio especial. También se analizará la grabación de la comunicación entre el piloto y la torre de control.

Relacionadas

Además, la pesquisa incluye relatos de testigos en la escena, información que fue recopilada el sábado por personal de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).

La desgracia ocurrió a las 10:13 a.m. del sábado. Javier Acosta Rosa, de 59 años y vecino de Bayamón, falleció en el incidente. Era estudiante de vuelo y se encontraba en su segundo viaje solo.

Entrada la noche del sábado la aeronave, un Robinson R-22, con matrícula N348VH y capacidad para dos personas, fue removida del agua tras caer a una profundidad de unos 15 a 20 pies.

El trabajo se realizó entre la compañía propietaria de la nave, Vertical Solutions y la Autoridad de Puertos, que colaboró con buzos y grúas para realizar los trabajos. El costo del operativo, que se extendió entre las 5:30 p.m. y las 7:30 p.m., es responsabilidad de la empresa y los pagos se harán directamente al personal contratado.

El helicóptero, que cayó a una altura de unos 500 pies a pocos minutos del despegue, fue movido a las instalaciones de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción de la Policía en Isla Grande, donde es custodiado.

Una persona falleció en el accidente.