El tinglar que apareció muerto y con golpes en la cabeza en la madrugada de este jueves a orillas de la playa del barrio Camino Nuevo, sector El Negro, en Yabucoa, había acudido a anidar por quinta ocasión al área y se cree que pudo poner los huevos antes de ser capturada por maleantes, informó el biólogo Carlos Diez, coordinador de proyectos de tortugas marinas del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

“Estamos tratando de confirmar con el nido. Lo que pasa es que ellos hacen el hoyo bien profundo. Pero la huella que dejó da a indicar que sí”, precisó el biólogo.

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De paso, informó que el tinglar que murió a causa de los golpes en la cabeza que recibió había anidado en la playa en cuatro ocasiones anteriores. Explicó que sus visitas frecuentes a la costa se deben a que “un tinglar puede poner hasta 11 veces en una temporada”.

El tinglar es la tortuga más grande del mundo. Fue incluida en la lista de especies en peligro de extinción en el 1970.

El matar, dañar, molestar, atrapar, comprar o vender una tortuga marina, parte de ella (huevos) o algún material derivado de ella (jabón, crema, prendas), es un delito federal que puede conllevar una multa de hasta $50,000 y un año de cárcel.

La investigación del delito reportado este jueves quedó en manos del Cuerpo de Vigilantes del DRNA.

Esta no es la primera vez que se reporta la muerte de un tinglar en la playa de El Negro, en Yabucoa. La última vez fue en junio de 2011, confirmó Diez.

“A veces no importa la educación que demos, a veces ocurre. Personas envueltas en narcotráfico, que no tienen escrúpulos, se han dedicado a sacar estos animales, porque en el mercado negro se vende bien”, comentó.

Asimismo, señaló que, cuando se reportó la muerte hace tres años, la agencia realizó en la comunidad El Negro una campaña educativa para evitar que se intervenga con las tortugas marinas. Dijo que ahora volverán a impactar a la comunidad “para que la gente esté más alerta”.

“Intensificaremos las campañas de educación y el patrullaje conjuntamente con nuestra de red de tortugueros voluntarios, específicamente el grupo Amigos de las Tortugas Marinas (Atmar) de Manunabo y Yabucoa”, expresó, por su pare, la secretaria del DRNA, Carmen Guerrero, en comunicado de prensa.

De paso, la funcionaria calificó la matanza como una atrocidad y prometió no escatimar en recursos para encontrar y procesar a los culpables de matar al tinglar.

La funcionaria agradeció al agente Luis Colón, de la Policía, por alertar cuando se topó con la tortuga muerta. Dijo que al momento, no hay ninguna persona que se pueda vincular directamente y con evidencia, como responsable de este hecho.

Si conoce el responsable de matar a este tinglar o quiere denunciar alguna actividad ilegal relacionada a tortugas marinas puede llamar las 24 horas al día al 787-724-5700.