El sargento Salvador Padilla, que tiene por costumbre orar antes de entrar a laborar, fue asignado a otro cuartel en lo que se investiga otra querella en su contra.

Primera Hora supo que hay otra queja contra el agente, además de la que presentó una subalterna en enero pasado por orar en el cuartel. La segunda, pero con fecha de noviembre pasado, es por un presunto hostigamiento sexual y la que provocó su remoción del cuartel de la Calle Loíza.

Para ambas, Padilla tuvo una explicación.

Este viernes fue que se dio “el traslado. Me enviaron para el cuartel de Hato Rey Este”, indicó al mencionar que antes de su turno volvió a orar, pero en privado, y dijo que no dejará de hacerlo. 

Quien le entregó el memorando el viernes, indicándole que tendría nuevas funciones, fue el oficial administrativo, Teniente Primero Rolando Peña.

¿Por qué el cambio, Padilla? 

Por las alegaciones de la compañera. Eso es lo que me dicen a mí, que falté a dos incisos del reglamento, que son graves, pero tengo entendido... que era por lo de la oración.

Sin embargo, el teniente coronel Juan A. Cáceres aclaró que a él “no se le traslada, se remueve con un protocolo que tiene la Policía”.

Cáceres, quien no quiso dar detalles de la querella, dijo a Primera Hora que a  Padilla se le dieron “unas nuevas funciones, que va a trabajar como sargento... hasta que culmine la investigación”.

Tras justificar la reubicación dijo que lo que sí puede decir es “que hay una agente que se está querellando en contra de él y para que en el cuartel no haya ningún tipo de problema entre los dos, dos policías armados...” y evitar una tragedia. “Ella es la querellante en este caso y hay que protegerla por ley”, acotó.

“Cuando culmine la investigación, de ser favorable, él volverá a su cuartel. Si no, entonces la Policía trabajará con eso”, sentenció.

La querella ya está en la Superintendencia Auxiliar en Responsabilidad Pública, donde tras ser evaluada se decidió que procedía.

En cuanto a si en realidad esa querella era por hostigamiento o por orar en el cuartel, Cáceres reiteró que no daría detalles de la misma.

De su parte, Padilla reconoció que hay una querella por hostigamiento sexual en su contra, de cuando estuvo en el cuartel de la Calle Loíza y que “eso no tiene que ver nada con este caso”.

En la querella anterior, Padilla dijo que hizo unas manifestaciones a un compañero y que éste, presuntamente, las sacó de contexto cuando se las dijo a la mujer policía. Ella finalmente fue quien presentó la querella en su contra y que todavía se investiga.

Padilla aseguró que la agente nunca le escuchó decir nada.

“Cuando llego al Precinto 166, la agente (que presentó la segunda querella por la oración en el cuartel), sabía que me habían hecho ese escrito (en la Calle Loíza)”, indicó Padilla alegando que alguien le confesó que la compañera policía tenía la intención de presentar otra querella  para afectarlo.

Por su parte, el abogado de Padilla, Pedro Colón, dijo que por ahora no tomará acción  porque la reubicación del agente es en lo que se investiga la querella, aunque adelantó que lo ve a favor de su cliente.