De 25 a 50 oficiales de la Policía de Puerto Rico podrían ser acusados a nivel federal de un momento a otro por actos de corrupción, según fuentes que aseguran conocer el desarrollo de una pesquisa originada en parte por un referido de esa propia agencia estatal.

"Primero era un rumor. Pero anoche una persona con vínculos íntimos grandes a la investigación me quiso poner en conocimiento de lo que se avecina para defeder a aquellas personas que se quedan en la Policía sufriendo situaciones como ésta, que va a pasar. Es cuestión de cuándo. Es trágico lo que viene", dijo Diego Figueroa, presidente del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO).

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Figueroa manifestó que se trata de delitos por violaciones de derechos civiles, robos de drogas de oficiales vinculados a elementos de narcotráfico, entre otros.

"El producto será de entre 25 y 50 arrestos, según la información que obtuve", agregó el líder del FUPO. 

A media mañana, en rueda de prensa, el superintendente de la Policía, José Caldero, confirmó que hay una pesquisa del FBI en curso contra agentes estatales y que el origen de la investigación surge por referidos de la Policía. Sin embargo, evitó anticipar la magnitud de los arrestos. 

Mientras, el portavoz del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), Carlos Osorio, no confirmó ni negó que haya una investigación al respecto en curso, pero recordó que tienen una escuadra dedicada a investigar corrupción pública.

Indicó que el director de la agencia en Puerto Rico, Carlos Cases, está al presente de viaje, fuera de la Isla.

Sin embargo, el directivo del FUPO fue más allá sobre el tema y aseguró que Cases y la jefa de Fiscalía Federal, Rosa Emilia Rodríguez, "han puesto en marcha todo lo que tienen a su disposición, como grabaciones, vídeos, testimonios y han solidificado los casos, de acuerdo a lo que me dice la persona". 

Se refirió a su fuente, quien le manifestó que esas gestiones se han tomado para que el caso sea uno sólido y no ocurra lo que pasó en el caso contra cinco policías acusados en 2013, que fueron declarados no culpables el 15 de junio pasado.

Se refirió al caso federal contra los suspendidos policías Miguel Brenes Concepción, Ángel A. Reyes Agosto, Roberto González Rivera, Juan Rivera Ocasio y Reimundo Quiñones Castro, quienes fueron acusados por cargos de obstrucción a la justicia, perjurio y por emitir falsos testimonios relacionados a un arresto que realizaron en Juncos el 1 de febrero de 2010. 

Brenes Concepción estuvo año y medio sumariado.

Al hablar a este medio, Figueroa aclaró que obtuvo permiso de la fuente para hablar públicamente que hay una investigación en curso para "preparar a los policías, a los buenos, para que sigan siendo buenos y no se quiten".

"Me da muchísimo dolor" la corrupción en la Policía, agregó y opinó que los uniformados con conducta al margen de la ley estaban corruptos antes de llegar a la agencia. 

"Creo que el que es corrupto, es corrupto desde que entró. El podrido es podrido desde siempre. Muchas veces entran con interés de servir, pero llegan a ellos elementos que los corrompen. Si una persona se corrompe, no vino a servir, sino a ver cuánto se iba a ganar y sumó mal", estimó Figueroa.

Cuando se le preguntó si la corrupción ocurre como consecuencia a los salarios bajos y promesas de repagos incumplidas, Figueroa entendió que "no creo que eso sea un factor porque si no habrían 17,000 corruptos".

Manifestó que muchos oficiales están "indignados", ya que la mayoría de los miembros de la Policía "están haciendo las cosas bien, pero esto les afecta".

"Los ciudadanos los miran de otra manera. Paran a una persona guiando borracho y les dice, 'tú eres un corrupto'. También empiezan las acusaciones falsas. Se afectan muchos y cae gente buena por unos pocos podridos", añadió.

La gota que colmó la copa

Una fuente aseguró a este diario que "la gota que colmó la copa" para que las autoridades federales entraran de lleno en la investigación policiaca fue el asesinato del agente Miguel Pérez Ríos, ocurrida el 7 de septiembre en una gasolinera en el área de Alejandrino, en San Juan.

"Fue eso lo que levantó la alfombra de la corrupción que hay. Se dieron las circunstancias para la tormenta perfecta", sostuvo la fuente.

Ya se habían sometido varias irregularidades en la Policía ante el FBI y las agencias concernientes, y la fuente asegura que el asesinato de Pérez Ríos dio pie a que se tome acción sobre los actos de corrupción en la Uniformada y no se dejaran para después.

Solo en los pasados cinco años el cuerpo policiaco ha estado en la mirilla de las autoridades federales por casos de corrupción que han propiciado el arresto de más de 100 uniformados.

En 2010, el operativo "Guard Shack" llevó a que se emitieran 133 acusaciones, de los cuales 89 eran policías imputados de afectar investigaciones y ayudar en tansacciones del narcotráfico, entre otros delitos.

Tres agentes fueron arrestados en 2013 por interferir en una transacción de drogas controlada por el FBI y llevarse el dinero que usó el confidente para comprar las sustancias controladas.

En mayo de 2014, un grupo de 16 miembros de la Policía fueron acusados en el operativo "Cantazo azul", que cometían actos de robo, extorsión, venta de sustancias controladas y manipulación de expedientes a cambio de sobornos.

Mientras, ayer, martes, arrestaron al agente Francisco Martínez Mercado, que estaba destacado en el "task force" del Negociado Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), por conspirar, combinar, confederar y acordar, herir, amenazar e intimidar un individuo en el ejercicio de su derecho constitucional de no ser rebuscado injustificadamente y que se le confiscara propiedad.