Los investigadores de la División de Homicidios del área de Arecibo todavía no han identificado a él o los sospechosos del crimen de una octogenaria de nacionalidad mexicana que fue asesinada a golpes este martes, en su residencia en Quebradillas.

El director del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) del área de Arecibo, inspector Ángel Viera, indicó que al presente ha sido muy poca la colaboración ciudadana en la pesquisa y reiteró su llamado para que ayuden a esclarecer el crimen.

Explicó que durante la tarde de hoy, sábado, entrevistaron a los sus hijos de doña María Ríos Sánchez, de 83 años, quienes residen en Texas y California y les entregaron los $3,000 en efectivo y las prendas que fueron ocupados en la cocina de la casa donde ultimaron a su progenitora.

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Ríos Sánchez, según la pesquisa preliminar, fue asesinada durante un robo domiciliario hace varios días, pero su cadáver fue localizado este jueves, en una residencia ubicada en el barrio Terranova del citado pueblo, donde la mujer vivía sola.

La víctima, que atendía un puesto de verduras en el área de la plaza del mercado de Quebradillas, fue encontrada por sus sobrinos, en el baño de la vivienda. La mujer tenía las manos atadas con cadenas y candados.

“Los hijos preguntaron por qué la asesinaron, si los delincuentes pudieron llevarse el dinero y dejarla con vida. Están bien tristes. Nos dijeron que ella a las 5:00 de la tarde ya estaba encerrada en su hogar y que la última vez que uno de ellos conversó con ella fue el lunes por la tarde”, detalló Viera.

En la vivienda se levantó evidencia científica que es vital para poder esclarecer el crimen. Los análisis de las huellas levantadas les serán entregados próximamente, agregó el inspector.

Los investigadores ya entrevistaron a vecinos, al cuñado de la víctima, a sus sobrinos y a varios individuos, descritos por la Policía como adictos a sustancias controladas, a quienes la comerciante les brindaba ayuda. Las múltiples gestiones se realizan en busca de pistas que ayuden a dar con el o los asesinos.

“No tenemos un sospechoso todavía, esperamos por los análisis de las huellas para su identificación”, sostuvo el inspector Viera.

El viernes, uno de los residentes de casas aledañas le dijo a los investigadores que el martes por la noche escuchó a Ríos Sáncez decir: “está bien”, en varias ocasiones pero la frase no le levantó sospechas.

Ríos Sánchez era de nacionalidad mejicana, pero residió en Puerto Rico durante los pasados 50 años.