El misterioso asesinato de un joven de 21 años encontrado muerto por su padre con una herida en el pecho provocada por un sable estilo samurai podría estar más cerca de resolverse luego de que dos personas presentaran material genético (ADN) para ser comparado con muestras levantadas en la escena.

La muerte violenta de Edwin Marrero Vallescorbo ha resultado ser un caso extremadamente difícil para trabajar por la Policía, debido a la ausencia total de pistas que aclaren, por lo menos, el móvil detrás del crimen, según el agente de homicidios Jonathan Clara. Este joven, estudiante de arte del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, fue encontrado muerto por su padre en la residencia que compartían en la urbanización Miraflores de Bayamón El hallazgo se produjo el 18 de septiembre del año pasado en horas de la noche.

 Al lado del cuerpo se encontró un sable de su propiedad ensangrentado. Se desconoce quién le provocó la herida mortal con el sable y luego dejó el arma tirada en el suelo.

El agente Lara, quien está asignado al caso, indicó que Marrero Vallescorbo no trabajaba en ese entonces e indicó que vecinos coincidían en describirlo como un joven tranquilo, tímido y aficionado a la cultura japonesa.

Como prueba pericial, al cadáver del joven se le hizo una prueba toxicológica para tratar de descartar que Marrero Vallescorbo, posiblemente drogado, se haya autoinfligido la herida de entrada y salida. El resultado de esta prueba fue informado a la fiscal Gretchen Camacho Rossy de manera verbal, pero aún falta que se redacte el documento oficial.

Esta tarde, a través de un portavoz, el Departamento de Justicia se limitó a indicar que esperan por los resultados de las pruebas del Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

De hecho, la portavoz del ICF, Patricia Vélez, indicó esta tarde que el patólogo asignado al caso, Javier Serrano, desde el primer día determinó que se trataba de un homicidio.

“Todo el tiempo se entendió que se trataba de un homicidio por las heridas que presentaba el cuerpo”, dijo Vélez, quien indicó que el resultado de las pruebas de ADN podría estar listo en unas tres a cuatro semanas.

Vélez no precisó qué personas fueron citadas para que brindaran muestras de material genético. Tampoco dijo cuándo se les citó.

En una entrevista con este medio, el agente Lara no mencionó que se le haya levantado ADN a dos personas, pero reconoció que con estos resultados posiblemente solo se determine qué personas estuvieron en la escena. El agente indicó que ni el padre del occiso, también llamado Edwin y empleado de Acueductos, ni un amigo cercano al joven han podido aportar gran cosa a la pesquisa.