Las autoridades federales investigan en la Isla una publicación de Facebook en el que un joven alega que abusó sexualmente de una niña de edad preescolar.

“El otro día mi primita de 5 años estaba en casa durmiendo y estaba tan ... que se lo ... por el ... porque no estaba mi tía para … ¿Soy un puerco?”, dice el mensaje publicado esta semana por el usuario, supuestamente vecino de Toa Baja y cuyo nombre no publicamos pues el caso está bajo pesquisa de la Oficina de investigaciones de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y, posiblemente, del Departamento de Justicia de Puerto Rico.

Tras hacerse pública la declaración, se hizo evidente la consternación, el coraje y la frustración de muchos cibernautas que denunciaron lo sucedido vía Facebook en la página de la Policía de Puerto Rico, y en otros grupos sociales que circularon la imagen del supuesto ofensor con el mensaje escrito a modo de levantar una indignación colectiva.  

Poco tardó también en llegar el asunto a oídos de agentes federales, luego que se sometiera  una querella en ICE para que investigaran la procedencia del mensaje, su autor y si el abuso infantil ocurrió.

“Te puedo decir que estamos investigando este referido relacionado a una posible explotación infantil”, declaró Iván Ortiz, portavoz de prensa de ICE a Primera Hora.

Agregó que la veracidad del mensaje se sabrá concluida la pesquisa, la cual se encuentra en su etapa preliminar.

“Obviamente, no puedo revelar las técnicas de investigación que utilizamos. Pero, definitivamente la investigación arrojará si realmente es una página real y si hay una víctima o no. De todos modos, este es un asunto que no se puede despachar así. En su momento, se determinará si hubo alguna violación de ley y si los hallazgos podrían resultar en algún arresto”, agregó al informar que en el pasado año fiscal 2014-2015 los arrestos efectuados por ICE aumentaron en un 39%, en comparación con el  año anterior.

En 2014, la agencia logró también 12 acusaciones, 25 convicciones, 68 intervenciones (con 5,269 artículos incautados) y 45 víctimas identificadas.

Ortiz hizo hincapié en que todas las querellas de explotación infantil (incluidas las relacionadas a crímenes cibernéticos) recibidas en la agencia federal son investigadas y las mismas pueden denunciarse de forma confidencial a través del 787-729-6969 o del 1-800-981-3030. Esta categoría incluye: producción, distribución y/o posesión de pornografía infantil, transportación de un menor con la intención de involucrarlo en una actividad sexual criminal e inducir a un menor a algún tipo de actividad sexual ilícita.

En veremos el caso en Justicia

De otra parte, el director de la Unidad Investigativa de Crímenes Cibernéticos del Departamento de Justicia, el fiscal Rafael Sosa Arvelo, no negó ni confirmó que estén involucrados en este caso en particular, una acción que pudiera ser posible pues existe un acuerdo de colaboración entre ambas agencias lo que hace viable que haya una pesquisa paralela en el foro estatal.

“Al haber una investigación corriendo no puedo entrar en detalles del caso”, se limitó a decir el funcionario.

En cambio, en términos generales habló de la política pública que hay en la Isla referente a los crímenes cibernéticos y advirtió que las autoridades cuentan con las herramientas investigativas para poder identificar a los autores de mensajes como el que se reseña en esta historia.

“El espacio cibernético deja huellas en las actividades que las personas realizan y las herramientas investigativas que el estado tiene pueden monitorear esos rastros y se puede llegar a la ubicación de estos sujetos que publican mensajes obscenos”, explicó.

Agregó que resulten ciertos o no los hechos criminales que se impute al cibernauta, la pesquisa podría culminar con acusaciones en el tribunal.

“A nivel federal como estatal hay restricciones en el contenido o material que se comparte en las redes… hay que evaluarlo caso a caso pero, sí, en ciertas ocasiones las manifestaciones que una persona haga y resulten ofensivas, obscenas o en perjuicio de otra persona podría constituir un delito”, manifestó al exhortar a la ciudadanía a visitar el sitio www.internetseguro.pr.gov para que se orienten sobre el tema o realicen de forma confidencial alguna denuncia ante sospechas de un crimen cibernético.

Tendencia sicopática

¿Qué puede llevar a una persona a publicar en redes sociales una conducta tan aberrante?

A juicio del sicólogo Carlos Sosa, el autor del mensaje en el que se alude con orgullo haber abusado de una menor de edad -sea cierto o no que cometió el crimen- muestra características de una persona  “impulsiva y con una madurez sicológica bastante pobre”. 

“Este tipo de gente pueden ser peligrosas porque no miden las consecuencias de sus actos y comportamiento. Si te fijas justifica el hecho de haber estado excitado y de tener relaciones con una niña de una manera egocéntrica y esto puede interpretarse como que puede ser una persona con una tendencia sicopática”, agregó.

Las personas sicopáticas piensan solo en ellas y en su propio beneficio, afirmó Sosa. 

“No les importa lo que piensen los demás porque no tienen un desarrollo moral adecuado. Y si las autoridades confirman lo que él indica le debe caer todo el peso de la ley porque este tipo de persona es totalmente procesable. No estamos hablando de alguien enfermo, sino de una persona con un desarrollo inadecuado pero que sabe perfectamente la diferencia entre el bien y el mal. Lo que pasa es que no son responsables en su comportamiento”, aclaró.

Deterioro de valores

De otra parte, la consultora en redes sociales, Julizzette Colón Bilbraut, atribuyó que posiblemente el usuario de esta “atroz” historia pertenece a la generación de “nativos digitales”, como se le conoce a aquellos niños que se criaron utilizando la tecnología y cuyas edades hoy en día fluctúan entre los 16 y 29 años.

Esta generación, dice, siente una  “libertad”  de expresarse sin tapujos a través de redes y foros cibernéticos.

“Claro, en este caso particular hay otro factor y es el hecho de que la persona que escribió ese mensaje tan aberrante tiene un gran deterioro en su escala de valores… en esa libertad de expresión en la red lo que busca es protagonismo compartiendo todo lo que piensa sin pensar en la noción y las consecuencias que esto pueda traer y eso no es culpa de las redes sociales, sino del individuo que tiene un problema de valores y de egocentrismo. Cierto o no lo que alega que hizo lo que busca al compartirlo es popularidad en la red social”, indicó la también fundadora de la firma de inteligencia social Monitor SN.

Colón Bilbraut agregó que en las redes sociales, así como en la vida cotidiana, hay que seguir unas reglas de convivencia.

“Tenemos que aprender a respetar las leyes de la vida digital”,  indicó.

Asimismo, que cualquier persona que se sienta ofendida por algún status de otro cibernauta puede denunciarlo a los administradores de la página.

“En el caso de Facebook te puedo decir que tienen ninguna tolerancia por situaciones como esta. Obviamente, tienen que ser enterados por otros usuarios”, precisó.