El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) tomó la jurisdicción de la investigación sobre un cargamento de 78 kilos de cocaína ocupado anoche, en una residencia ubicada en el barrio Beatriz de Cidra por agentes de la División de Drogas y Narcóticos en Guayama.

El valor de la droga fue estimado en $2.4 millones.

El superintendente de la Policía, José L. Caldero López, reveló que durante la intervención fue arrestada una maestra de educación especial, así como su esposo, un hombre de 48 años, quien está desempleado y cumplió una sentencia por violación a la Ley de Sustancias Controladas en el estado de Florida.

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El individuo detenido es el segundo en mando en una organización delictiva dedicada al trasiego de sustancias controladas en el residencial Brisas de Cayey, así como en otros caseríos de la zona central del país, dijo, por su parte, el teniente coronel José J. García Díaz, jefe del Negociado de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas Ilegales. 

“Además de la droga, los agentes ocuparon máquinas eléctricas de sellar plástico, 11 celulares, una tableta, balanzas y parafernalia (material para procesar sustancias controladas”, indicó en rueda de prensa Caldero López.

La investigación preliminar del caso se llevó a cabo durante varias semanas, tras recibirse información de que el individuo traficaba sustancias controladas en los pueblos de Cidra y Cayey. 

“Estas personas estaban siendo investigadas hace mucho tiempo, están vinculados con otras personas que ya están cumpliendo sentencias en las cárceles a nivel federal y estatal. Hay una persona que se dice que es hermano de él, pero sí, él pertenece a una organización de un conocido de un hombre conocido como Hazo”, afirmó García Díaz.

El líder de la organización está prófugo de la justicia, añadió.

Aclaró que la investigación estatal iba dirigida específicamente al esposo de la maestra. 

En el hogar allanado viven tres niños de 8, 11 y 15 años de edad, quienes durante la intervención policiaca se encontraban en la sala de la residencia, muy cerca al lugar donde fue detectada la droga.

La Policía activó el protocolo sobre este tipo de situación y notificó al Departamento de la Familia para que asuma su custodia provisional de los menores. 

La residencia donde hallaron la droga, valorada en unos $200,000, tiene dos plantas. El segundo nivel está protegido por unas puertas en metal. En esa área hay un salón de billar, una escalera en mármol, muebles de cuero y enseres de cocina costosos, según el teniente coronel García Díaz.

La orden de allanamiento fue expedida por el juez Francisco Ocasio, del Tribunal de Guayama.

El Superintendente de la Policía anticipó que reforzará la vigilancia el sector donde fue ocupada la cocaína, como medida preventiva para evitar que aumente la incidencia de asesinatos relacionadas a la guerra por el control del trasiego de drogas. 

“Lo que se hace en estos casos donde se ocupan grandes cantidades de sustancias controladas es que nosotros aumentamos la presencia policíaca, específicamente la vigilancia preventiva para evitar que ocurran casos de violencia especialmente de asesinatos”, agregó Caldero López.

Sobre la posibilidad de que los tres asesinatos reportados durante este fin de semana en Cidra guarden relación con el trasiego de sustancias controladas, Caldero López, respondió que uno de los crímenes se asocia con problemas vinculados a una supuesta relación sentimental y el doble asesinato fue motivado por una deuda de dinero en una gallera.