El Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) del Departamento de Justicia evalúa asumir la pesquisa del accidente de tránsito ocurrido esta madrugada en Trujillo Alto en el que tres sospechosos de participar de un asalto perdieron la vida en medio de una persecución policiaca, luego que surgiera información de que una de las víctimas podría presentar una herida compatible con un orificio de bala.

El choque ocurrió alrededor de las 2:10 a.m. del lunes, cuando cuatro patrullas perseguían un Mazda 5, con cinco pasajeros, que había sido visto previamente en un atraco a una persona en la carretera PR-1 en Caguas. En medio de la persecución en la carretera PR-181, conocida como el expreso de Trujillo Alto, el automóvil en el que iban los presuntos ladrones impactó una valla, tumbó un poste del alumbrado público y finalmente quedó incrustado por el área de la capota alrededor de otro poste que sujeta un rótulo.

Tres de sus ocupantes murieron en el acto, mientras los restantes dos están hospitalizados con heridas de gravedad. El Instituto de Ciencias Forenses (ICF) identificó a dos de las víctimas fatales como José Antonio Arrieta González, de 19 años; y Kevin San Inocencio Piñeiro, de 22. El primero vivía en la barriada Sierra Maestra en San José, Río Piedras, y el segundo, de quien se dijo era barbero, tenía domicilio en la avenida Park Gardens, también en Río Piedras.

La tercera víctima fatal quedó en tal estado que no podría ser identificado visualmente, comentó Cynthia Santiago, portavoz del ICF. La funcionaria indicó que se le ocupó en sus documentos una citación a un tribunal, pero no dio más detalles.

Los heridos, que esta noche permanecen hospitalizados en el Centro Médico en condición grave, fueron identificados por la Policía como Alexander Rojas Cruz de 21 años y Jensen Hernández Sánchez de 23.

En cuanto a la posible intervención del NIE en el caso, la portavoz de prensa del Departamento de Justicia, Amber Lee Vélez Burr, indicó en declaraciones escritas que “se nos ha informado que existe la sospecha de que se haya disparado un arma y los agentes de la Policía de Puerto Rico involucrados serán entrevistados y desarmados”.

“Se desconoce la procedencia (del disparo)”, agregó.

Como procedimiento en estos casos, agentes del NIE tendrían a su cargo trámites investigativos como entrevistas a los policías participantes de la persecución, posibles testigos, solicitarían vídeos de seguridad de la zona y ocuparían las armas de los agentes.

Dos fuentes por separado indicaron a este medio que se examina de cerca al menos una herida encontrada en el cuerpo de uno de los fallecidos ante la posibilidad de que se trate de un orificio de bala. En el automóvil no se ocuparon armas de fuego, supo este medio. En la escena tampoco se ocuparon casquillos de bala. 

Al menos uno de los policías que participó en la persecución entregó su arma de manera voluntaria, trascendió.

Según la Policía, los individuos eran sospechosos de perpetrar un robo a un hombre en la carretera PR-1, cerca de un área de almacene en Caguas. El alegado robo se reportó a eso de las 2:00 a.m., cuando enmascarados le llevaron un celular al dueño de una guagua de venta que se encontraba estacionada a orillas de la carretera. 

Todavía está por corroborarse si previamente habían cometido otros robos y esta tarde el capitán José Rodríguez Sierra, director interino del Cuerpo de Investigación Criminal de Caguas, dijo que no tenía en su poder querellas que sugirieran que el grupo estuviera involucrado en otros robos en la ciudad criolla más allá del cometido en la guagua de venta ambulante.

"Según los datos preliminares, estos individuos habían cometido unos robos en el área de Caguas, cerca de la jurisdicción entre San Juan y Caguas. Una patrulla de la División de Carreteras identifica el vehículo cuando pasan la nota del robo", indicó el comandante del Negociado del Tránsito, Jorge Hernández Peña, en entrevista con este medio.

"Le dan seguimiento al vehículo y comienza la persecución”, añadió.

La ruta tomada por los presuntos asaltantes, según la Policía, incluyó varias carreteras. Fue en la carretera PR-1 que fueron divisados por primera vez por la Policía, luego subieron a la PR-177, y abordaron la carretera PR-199 hasta llegar a la PR-181, donde doblaron a la izquierda en dirección al Puente Teodoro Moscoso. 

El choque ocurrió en la intersección de la carretera PR-181, frente a la urbanización Park Gardens, en dirección hacia Río Piedras, justo antes del puente elevado sobre la avenida 65 de Infantería.

Según se observó en la escena, el vehículo impactó la valla divisoria de cemento, tumbó un poste de alumbrado eléctrico y luego, la carrocería quedó rodeando el soporte de un rótulo de identificación de la vía pública.

"La velocidad en la que estos individuos tenían que haberse movido en ese vehículo debe haber superado las 100 millas por hora para entonces tener unas consecuencias como esta", señaló Hernández Peña.

"Aquí hay agentes que informan que, llegando a esta intersección en dirección contraria, que el vehículo venía ya solo, había dejado ya a la patrulla a distancia, cuando se trepan al muro e impactan el objeto", añadió.

El oficial destacó que el vehículo Mazda 5 había sido robado mediante carjacking el sábado, en el área de Puerto Nuevo, y que la tablilla tampoco le correspondía. Este medio tuvo acceso a la querella de carjacking en que se indica que el robo ocurrió a las 5:59 a.m. en la calle 30 SE de la urbanización Caparra Terrace. El querellante le dijo a la Policía que dos individuos vestidos de negro y con máscaras negras –uno de ellos portando un arma de fuego- le llevaron la guagua.

De hecho, la guagua Mazda 5 tenía una tablilla que le pertenece a una guagua Nissan Pathfinder.

Por otro lado, Hernández Peña destacó que varios de los ocupantes del vehículo tenían guantes en sus manos. 

“Hay uno de los individuos que salió expulsado (que) hasta tiene guantes en las manos para evitar que las huellas dactilares se marquen en ese vehículo", resaltó Hernández Peña.

El hombre que salió expulsado quedó a varios pies del vehículo. Los otros dos que fallecieron, que incluyen el conductor, quedaron dentro del automóvil.

Cuando sacaron los cuerpos que quedaron dentro del vehícul, vieron que también tenían guantes puestos. Mientras, dentro del vehículo encontraron máscaras. No hay señales de armas, dijo el coronel Leovigildo Vázquez, comandante del área de San Juan de la Policía.