“Ella no se merecía eso”.

Con estas palabras, Yasha Celestín Fernández, nuera de Milagros García –la mujer de 63 años asesinada viciosamente en Juncos por un hombre que le rentaba un apartamento al hijo de la víctima–, exigió justicia para la madre de su pareja.

“Ella era una mujer ejemplar y decente, y no se merecía eso. Esa mujer no tenía problema con nadie. Era muy dedicada a la iglesia”, expresó Celestín a este diario vía telefónica luego de identificar ayer el cuerpo de García en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

Inicialmente, Celestín y Erick Salcedo, hijo de la fallecida, habían declinado hablar con la prensa, pero temprano en la tarde decidieron narrar lo sucedido.

Según Celestín, el sábado, Oscar David Salas García, de 40 años, llegó a la residencia de Salcedo, que está dividida en apartamentos para alquiler. En uno de ellos, Salas había vivido por los pasados tres años. El hombre, sin embargo, hacía dos meses que se había “desaparecido”, supuestamente, luego que en su trabajo le radicaran una querella por un aparente robo.

En la tarde del sábado, Salas fue a su antigua residencia y le pidió una escalera a un vecino porque, según dijo, iba a pintar.

Así logró subir al segundo piso de la estructura y rompió una ventana del apartamento principal, donde vive Salcedo. Allí se encontraba la madre del joven, quien vivía en el estado de Maryland, pero estaba en la Isla de visita. Esta se encontraba sola y aparentemente Salas le dio un golpe en la cabeza para robarle.

“Él mapea toda la escena del crimen, todo lo dejó organizado, la envolvió en sábanas y se la llevó (a Milagros)”, explicó Celestín.

Salas montó el cuerpo de García en la guagua de la víctima, una Dodge Durango Negra, y partió en dirección a Caguas.

Vecinos del lugar vieron a Salas cuando salía del apartamento, por lo que avisaron a Salcedo y a Celestín.

Así fue como estos alertaron a las autoridades que detuvieron al hombre con el cuerpo de García en el asiento posterior.

“Una sabandija así no merece estar en la calle. Merecen que le nieguen la fianza y la pena de muerte”, reclamó Celestín.

Salcedo, quien trabaja en el aeropuerto Luis Muñoz Marín, pide a los federales que se hagan cargo de la investigación, aunque ayer el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por siglas en inglés) dejó la pesquisa en manos estatales.

Inicialmente, el FBI se había hecho cargo del caso porque se había reportado como un carjacking y secuestro, pero en medio de la investigación se determinó que estos delitos no se configuraron.

“Él, como empleado federal, exige justicia en el foro federal”, señaló Celestín repitiendo las palabras de su pareja.

El cuerpo de García será velado en Quebradillas, donde la mujer tenía una casa, y será enterrado en la Isla.