Caguas.  A un ex sargento de la Policía no le importaron las miradas y los gritos de los vecinos, mucho menos las súplicas y lágrimas desesperadas de su esposa quien clamaba por su vida.

Nada de eso lo detuvo y armado con un cuchillo de cocina le hizo 29 puñaladas cuando ella estaba en el suelo debajo él tratando de defenderse.

“Parecía una película de terror”, relató David Rivera, uno de los vecinos de la  calle Guatibirí en la urbanización Villa Borinquen, donde ocurrieron los hechos y quien llamó al 9-1-1 al ver la escena.

La víctima es una enfermera retirada identificada como María de Lourdes Báez Claudio,  de 50 años.

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Otra vecina, quien reside justo al lado de  la pareja, dijo que ellos “llevaban todo el día peleando”.

Este no sería el primer incidente violento entre ambos.

Según el capitán Gerardo Oliver, jefe del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Caguas, hace exactamente un año la víctima presentó una denuncia por Ley 54, pero cuando iban a vista preliminar la mujer dijo que no continuaría con el proceso.

A eso de las 4:40 de la  tarde del martes, Lourdes, como le decían, salió corriendo de su casa y gritando. Su esposo, Jesús Manuel Rivera Cruz, de 47 años,  la siguió con el cuchillo en su mano.

Unas cuantas casas más abajo la alcanzó y la agarró por el pelo y la nuca y la tiró al piso.

“Ella gritaba y gritaba, y se defendió... tenía sus manos hacia arriba y él seguía espetándole el cuchillo, fue una impresión bien fuerte”, relató Nancy Rodríguez.

David Rivera, hijo de  Rodríguez, aseguró que el despachador con el que habló en el 9-1-1 le dijo que no había ambulancias disponibles; tampoco patrullas estatales.

De hecho, fue el teniente de la Policía Municipal, Pedrito Flores, quien primero llegó a la escena y se topó con el agresor, quien vestía “shorts”  y estaba completamente ensangrentado y con el cuchillo en uno de los bolsillos de su pantalón.

Ante los comandos para que soltara el arma y levantara las manos, el ex agente no hizo caso de primera intención.

Hubo que repetirle y entonces Rivera Cruz lanzó el cuchillo a la acera y se sentó en un escalón frente a su casa y le dijo al teniente municipal: “Deja el show”.

Flores confirmó que los vecinos le gritaban: “¡No hagas eso!, ¡suelta el cuchillo!”.

Mientras, la víctima estaba a varios pies de distancia boca abajo hiperventilando,  pero no pudo hacer expresiones. 

Agentes municipales que llegaron de refuerzo la trasladaron al Hospital HIMA de Caguas, donde falleció.

La pareja tiene dos hijos, una recién convertida en doctora y un joven que al momento de los hechos estudia medicina en la República Dominicana.

Se esperaba que le sometieran  cargos por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas y a la Ley de Violencia Doméstica.

La fiscal asignada es Cristina Caraballo.

José Antonio Báez, hermano de la víctima, dijo que tras el incidente anterior, la familia habló con ambos "pero ellos son adultos... entendemos que estaban encaminados, yendo a la Iglesia... esto nos sorprendió”.