La familia de Carlos Manuel García, de 28 años, un policía que murió a consecuencia de un tiro en un incidente en el cuartel de Monte Hatillo, Río Piedras, rechaza que el disparo haya sido autoinfligido como concluyó el Departamento de Justicia, y exigen que se procese a quien entienden asesinó a su hijo.

Los hechos se remontan al 25 de marzo de 2009. Según la investigación, García se encontraba con el agente Josué Camacho Pérez, en el dormitorio de este último, cuando se escuchó una detonación.

El 9 de mayo de 2009, la Unidad de Investigaciones de la Fiscalía de San Juan determinó no radicar cargos contra Camacho Pérez por la muerte de su compañero de patrulla, concluyendo que fue un “incidente desgraciado” .

Esa no es la opinión de Carmen Ana López Adorno, hermana del agente, ni de su madre, Victoria Adorno Adorno, del resto de la familia, ni de los amigos.

“El 25 de mayo de 2009, Carlos salió para su trabajo. Ya tenía planes para sus vacaciones en abril. Le quedaba una sola semana”, recuerda López, quien se consideraba su segunda madre, ya que cuando él nació ella tenía 20 años.

“Como a las 9:00 de la noche llegaron unos sargentos a casa a notificarnos que había ocurrido un accidente y que debía acompañarlos a Centro Médico. ¿Por qué no nos dijeron que había muerto? Cuando llegamos a Centro Médico ya era cadáver”, dijo con voz temblorosa.

“Su último suspiro fue a las 8:05 de la noche”, agregó.

La mujer, quien lleva una cruzada hace cuatro años para que la muerte de su hermano “no quede impune”, señaló a Primera Hora lo que los lleva a sospechar que hubo amapucho.

Su hermano, dijo, llegó vivo al hospital y pudo hablar. En el informe médico se reporta que el galeno que lo atendió le preguntó donde había sido el disparo y este contestó: “Aquí”.

La mujer sospecha que tuvo que haberle comentado a los compañeros que lo llevaron al hospital qué pasó, pero estos alegan que “no escucharon nada”.

“En el cuartel tiraron el 10/50, 15 minutos más tarde”, dijo López.

“Primero lo tiraron así, que había sido asesinado por su compañero; después cambiaron. Los compañeros en el cuarto dijeron que ellos no habían visto ni escuchado nada”, comentó. “Ellos sí estaban discutiendo y hubo un forcejeo. Como él es tan cobarde, utilizó su arma”, alegó.

“Nuñez se pasaba diciéndole a mi hermano negro sucio”, dijo.

¿Por qué usted cree que lo mataron?

Le tenía cosita porque mi hermano, ya ves que era guapo y tenía porte. Era humilde y bueno; las muchachas eran locas con él. Otra razón es que mi hermano lo haya visto haciendo algo indebido; porque en ese cuartel de Monte Hatillo había mucha corrupción.

Indicó que prueba de que hubo una lucha es que su hermano tenía una cortadura en el lado izquierdo del labio inferior, que tenía la piel desprendida de un dedo de la mano izquierda y le faltaba una uña.

“Nada de eso salió en la autopsia”, dijo.

Se levantaron dos teorías, según indicó: una, que Camacho Pérez le estaba enseñando a García “que si se ponía un arma en una base sólida no se disparaba. Se disparó”, puntualizó.

“La otra teoría es que el agente ( su hermano) dijo que se iba a suicidar y que Camacho Pérez lo vio y que en el forcejeo para quitarle el arma se le disparó”, acotó.

Eso no cuadra, dijo, porque su hermano nunca jugaba con su arma. Lo del suicidio tampoco. Recalcó que el disparo, según la autopsia, fue desde lo alto.

“No tenía depresión; no tenía ningún problema. Vivía con mami en los altos de mi casa. En estos casos, cuando hay un policía envuelto, esto lo amapuchan siempre. No quieren que nada salga a la luz. Mi hermano fue vilmente asesinado”, insistió.