Las lágrimas rodaron por el rostro de Germán Alejandro Ortiz la tarde del miércoles cuando escuchó a la secretaria de sala 1105 del Tribunal de San Juan leer los laudos del jurado, que encontró a Luis Cruz Rijos culpable de forma unánime del asesinato de su padre, el billetero Germán Alejandro Rosa, en medio de un robo el 22 de octubre de 2013.

Abrazado a su esposa Verónica Ruiz escuchó que el panel de juzgadores, compuesto por nueve mujeres y tres hombres, también lo encontró culpable unánimemente de dos cargos de tentativa de robo agravado contra Alejandro Rosa y su amigo José Rosario Liriano, una tentativa de asesinato por disparar contra el guardia municipal Marcos Pagán cuando huía de la escena del crimen, y cuatro violaciones a la Ley de Armas.

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Parado solo, con el rostro serio y mirando hacia el frente, Cruz Rijos escuchó los laudos, mientras el sollozo de los familiares del billetero se colaba entre las inflexiones de la secretaria que leía en voz alta el veredicto culposo.

Según la prueba que presentó el Ministerio Público, compuesto por los fiscales Adriana Albors Ortiz y Mario Rivera Géige, Cruz Rijos disparó contra Alejandro Rosa en medio de un asalto para despojarlo de su dinero y de la cadena de oro con una medalla de San Lázaro que tenía su amigo Rosario Liriano.

El jurado, que deliberó por unas tres horas, también encontró a Sergio Ferrer Rivera culpable en una decisión de 10 a 2 del cargo de asesinato, así como culpable unánimemente de los dos cargos de intento de robo agravado y culpable en decisión dividida de 10 a 2 de tres violaciones a la Ley de Armas.

Ferrer Rivera manejaba el Toyota Yaris gris en el que viajaba el grupo de amigos el día del asalto y entregó a Cruz Rijos el arma que posteriormente usó durante el atraco, que no se consumó porque el amigo del billetero forcejó con el hombre.

El jurado encontró no culpable a José Yamil Ortiz Rojas y Yamil Abdiel Rodríguez Ferrer –quienes iban de pasajeros en el Yaris– del cargo de asesinato y de tres violaciones a la Ley de Armas, pero los declaró culpable de las dos tentativas de robo agravado. Todos estos veredictos contaron con una decisión divida de 9 a 3.

El veredicto del jurado ocurrió como una hora después de que las mujeres y hombres pidieran entrar a sala para que la jueza Eloína Torres Cancel, les volviera a leer la definición del cargo de asesinato estatuario imputado a los cuatro acusados, que según el Ministerio Público actuaron en concierto y común acuerdo para cometer el intento de robo, que se calificó como agravado por el uso de un arma de fuego.

Este cargo de asesinato estatuario se imputa cuando ocurre una muerte en medio de otro delito. En este caso, en medio de un asalto planificado por el cuarteto.

El jurado también preguntó por la declaración jurada de la testigo Danelisse Díaz, expareja de Ferrer Rivera, quien participó en el asalto y declaró mediante un acuerdo de inmunidad con el Ministerio Público.

Terminada la lectura de los laudos de todos los acusados, Ferrer Rivera se secó con la mano unas lágrimas que bajaban por sus mejillas, mientras que Ortiz Rojas y Rodríguez Ferrer se mantuvieron serios.

La jueza Torres Cancel señaló la lectura de sentencia para el 17 de febrero.

Fuera de sala, Alejandro Ortiz apuntó que su padre era una persona trabajadora que no merecía morir de forma violenta.

"Lo que vimos hoy fue el resultado de acciones de personas que demuestran que la juventud de este país está perdiéndose y que debemos todos aportar algo para ayudar a estos jóvenes que piensen las cosas, que no es justo que alguien que esté trabajando vengan a quitarle...", afirmó mientras se le quebraba la voz.

"Una vez más se hizo justicia. Creo que no podemos perder la fe. Es un capítulo que lo vamos a cerrar hoy y ahora mi papá puede descansar en paz", agregó.

Familiares de Cruz Rijos y de Ferrer Rivera abandonaron el centro judicial llorando y con los rostros tapados. No emitieron comentarios.

El fiscal Rivera Géigel, por su parte, se expresó complacido con el veredicto.

"Los casos no se llevan para llevar disuasivos a las demás personas. Los casos se llevan para hacer justicia. En este caso en particular el pueblo debe estar complacido con la investigación y con el procesamiento de esas personas y que se hizo justicia en este caso", afirmó.

Los abogados Irving Prado Galarza y Juan Manuel Mencacci Bagú, quienes representaron a Rodríguez Ferrer y Ortiz Rojas, insistieron en que la prueba presentada por el Ministerio Público en contra de sus clientes era deficiente.

Prado Galarza también planteó que su cliente cualificaba para una sentencia suspendida por tratarse de un menor de 18 años, mientras que Mencacci Bagú anticipó que hará planteamientos de derecho en la vista de sentencia porque con el veredicto de no culpabilidad en las violaciones de la Ley de Armas los dos cargos de tentativa de robo agravado se convierten en tentativas de robo simple, cargos de menor envergadura.

"Es un sentimiento agridulce puesto que nuestro cliente Sergio Ferrer Rivera fue encontrado culpable básicamente en todos los delitos imputados, pero también estamos satisfechos porque desde el primer día tratamos de llevar una defensa colectiva de los cuatro señores imputados", afirmó Castro Fontánez.

"El hecho que dos de ellos, las damas y caballeros del jurado hayan entendido que no tenían ninguna responsabilidad en el asesinato del señor Germán Alejandro yo creo que es un éxito para la defensa puesto que este era un caso donde desde el primer día todo el mundo entendía que estos jóvenes no tenían ninguna defensa disponible y a lo largo de estos ocho meses demostramos, por lo menos, en cuanto a dos de ellos que era una injusticia haberlo incluidos en el procesamiento criminal de este caso", añadió.