La llegada a los teatros de la séptima edición de Fast and Furious no sólo provoca un lleno total en las salas de cine donde se presentan en el país, sino que además -o al menos así ha ocurrido en versiones anteriores-  le sube la adrenalina a aquellos que le gusta la velocidad o las carreras clandestinas.  

“Cuando la película Rocky todo el mundo salía del cine y pensaba que era Rocky y en este tipo de película, aunque no son visuales de  carreras clandestinas necesariamente, algunos salen con la intención de participar en carreras clandestinas”, expresó a Primera Hora el inspector Jorge  Hernández Peña, coordinador de Asuntos de Tránsito de la Policía.

Como medida de precaución, dijo, sostuvieron una reunión en la que se le solicitó al personal que estuviese pendiente a cualquier movimiento que pudiera surgir durante este fin de semana. Hernández Peña reconoce, sin embargo, que desde diciembre pasado cuando se enmendó la Ley de Tránsito para darles a las autoridades  la potestad legal para incautar los vehículos, el regateo ha disminuido considerablemente.  “Ha sido un gran disuasivo”, señaló.

La nueva ley enmienda el artículo 5.06 de la Ley 22-2000, y aunque mantiene tipificada la práctica del regateo como un delito menos grave, establece una pena fija de $5,000, que era hasta ahora la sanción más severa que se podía imponer por infracciones recurrentes. A toda persona que incurra en esa práctica por primera vez se le impondrá una multa de esa cantidad, y se le suspenderá la licencia de conducir por seis meses. Además, se le incautará el vehículo para fines investigativos y para iniciar el proceso de confiscación al amparo de la “Ley Uniforme de Confiscaciones” (Ley 119-2011).

Hernández Peña señaló que  a pesar de las bajas, las carreras clandestinas siempre se dan en carreteras, como la PR-3 en Canóvanas y la PR-30 en Caguas. “La PR-165 (entre  Cataño y Bayamón)  no se usa ya porque el foco era un puesto de gasolina, pero gracias a unas leyes de Bomberos y Hacienda, han dejado de ir a los puestos”, dijo.     

Además de estar pendiente a cualquier actividad de este tipo que pueda surgir, la Policía estará sumamente ocupada este fin de semana debido a los días festivos. Explicó que hay más de 2,5000 agentes dirigidos a actividades religiosas y un total de 12,000  agentes en turnos regulares. El Negociado  de Tránsito está activado 12 horas dirigido a conductores bajo los efectos del alcohol.