Agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) diligenciaron este viernes en la mañana 22 órdenes de arresto por cargos de narcotráfico en el área sur, confirmó la Fiscalía federal.

El operativo se llevó a cabo en los barrios Caracoles II y III, en Peñuelas, y perseguía desarticular una ganga dedicada al tráfico de cocaína, marihuana, heroína y crack.

Según un comunicado divulgado por la oficina de la jefa de los fiscales federales en Puerto Rico, Rosa Emilia Rodríguez, las órdenes son producto de un gran jurado federal, que emitió dos pliegos acusatorios separados contra 13 y nueve acusados, respectivamente, por cargos de conspiración para poseer con intención de distribuir sustancias controladas. La investigación estuvo a cargo del FBI y de la Policía.

La primera acusación alega que a partir de 2009, la organización distribuyó cocaína, heroína, crack y marihuana en en el barrio Caracoles III, de Peñuelas.

Aquí, los 13 acusados ??son Víctor A. Serna-González, alias “Bebe”; Víctor Daniel Serna-González, alias “Danny”; Rubén Figueroa-Santiago; José L. Ríos-Martínez, alias “Olivo”; Fred Bernard Rodríguez, alias “Gordo”; Víctor Ramos González, alias “Burrín”; y Luis M. Ramos González, alias “Chino”; José Pérez-Santiago, conocido como “Orejas”; Carlos Ramos González, alias “Colorao”; Rafael J. Quirós-Morales, alias “Menor”; Erick Tomás García-Ramos, alias “Tito”; Julio Araud-Figueroa, alias “Julito”, y una última persona identificada como “Wilfred”.

 La segunda acusación alega que a partir de 2007, la organización distribuyó cocaína y heroína en el barrio Caracoles II. Los nueve acusados ??son Víctor Candelario-Santiago, alias “El Loco”; Elliot Lucca-Nieves, alias “Luquita”; Luis Rosario-Tellado, alias “Javier Tellado”; Aixsa L. Morales-Figueroa; Juan Ramos-Rodríguez, alias “El Flaco”; Miguel Rivera-Galarza, apodado “Valdo”; Ángel L. Alvarado-Pérez, alias “Cacu”; Julio E. Feliciano-Quiñonez, alias “Caballito”; y José Figueroa-Segarra, alias “El Menor”.

Los fiscales Myriam Fernández, supervisora de la Unidad de Narcóticos, y John Mathews están a cargo del caso.

De ser declarados culpables, los acusados enfrentan una pena mínima de 10 años hasta cadena perpetua.