La Policía ocupará el municipio de Hatillo este próximo jueves y viernes, debido a la celebración del Festival de las Máscaras.

El plan de seguridad se centrará principalmente en el tránsito vehicular, informaron el superintendente de la Policía, Héctor M. Pesquera, y el teniente coronel Marcos Ramos Marrero, comandante de Área de Arecibo.

 “Nuestros efectivos se encuentran comprometidos con los ciudadanos. Por tanto, se ha establecido un plan de trabajo desde los días 27 y 28 de diciembre de 2012, para reforzar las carreteras principales con el fin de agilizar el flujo vehicular”, indicó el jefe policiaco en el parte de prensa.

Los funcionarios solicitaron a la ciudadanía cooperación para evitar accidentes que lamentar durante la festividad. Esto se debe a que en los últimos años la mezcla de alcohol y la algarabía de las fiestas han provocado accidentes fatales, sobre todo cuando los corredores de máscaras caen de las carrozas que preparan con símbolos religiosos o de pintorescos personajes televisivos.

“Es nuestro deber ministerial como agencia de ley y orden velar por el cumplimiento de las leyes, reglamentos y ordenanzas municipales, así como prevenir que ocurran delitos, accidentes y situaciones que lamentar”, lee el comunicado de la Policía.

Se añadió en el parte de prensa que “les exhortamos a todos a que, al transitar por las carreteras principales y secundarias de dicho municipio, lo hagan con prudencia y que tomen rutas alternas y cooperen con los efectivos policíacos que estarán atendiendo el tránsito. El éxito de esta actividad en gran medida dependerá de la colaboración de los participantes y el público en general”.

La tradición de las Máscaras de Hatillo data del 1823, cuando inmigrantes de las Islas Canarias revivieron la tradición de vestirse de máscaras para recordar la persecución del rey Herodes a los niños menores de 2 años en su afán de dar con el Mesías, futuro rey del mundo.

 En sus orígenes en la Isla, la tradición se celebraba en los barrios Carrizales, Corcobado y Capáez, y el recorrido se hacía a pie o a caballo. Sin embargo, no fue hasta hace 40 años que recibió el nombre oficial de festival, cuando el Centro Cultural José PH Hernández de Hatillo asumió las riendas del evento.

Actualmente, los participantes van en pareja o grupos, vistiendo coloridos disfraces y cubren sus rostros con caretas. Familias completas se dedican a la confección de los trajes y de las elaboradas carrozas. Pocos van a caballo.