Se trata de uno de los crímenes más violentos de la historia de Puerto Rico, la Masacre de La Tómbola. La matanza dejó un saldo espeluznante de ocho muertos, más la muerte de una criatura de ocho meses de gestación (la madre sobrevivió) y 20 heridos.

El presunto cerebro del crimen es Alexis Candelario Santana, a quien en toda su historia delictiva se le imputa nada menos que 21 asesinatos. Tan pronto como hoy por la tarde o mañana, viernes, podrían iniciar los argumentos iniciales del caso, ya que el proceso de selección del jurado se encuentra en su etapa final. Se espera que para esta mañana se dé el proceso de “perentorias”, en que las partes pueden solicitar la retirada de un candidato del panel sin explicación alguna.

De todos los casos de pena de muerte que han desfilado por las salas del Tribunal Federal de Hato Rey durante los últimos años, el de Candelario Santana, alias “Congo”, podría ser calificado como el más grave, más sangriento y, si algunos de los observadores del sistema federal en Puerto Rico están en lo cierto, el que más probabilidades tiene para culminar en el corredor de la muerte del acusado ser encontrado culpable de los crímenes que se le achacan por violaciones a la Ley Federal de Crimen Organizado (RICO Act), entre otros cargos de armas de fuego y delitos para adelantar su empresa criminal.

Por el crimen de La Tómbola, otros acusados han hecho admisión de culpabilidad, incluyendo un hermano de Alexis. De hecho, en el juicio del presunto cabecilla de la organización criminal, hay otro acusado, David Oquendo Rivas, alias “Gordo”, pero este no enfrenta la pena capital.

Candelario Santana aparentemente orquestó el ataque en La Tómbola al verse destronado por un primo. Las autoridades alegan que Congo ordenó la masacre registrada el 17 de octubre de 2009 luego de cumplir una sentencia de seis años de cárcel por siete asesinatos.

Pero el caso de Candelario Santana no es el único que está por comenzar, ya que la selección de jurado en el juicio de pena de muerte de Lashaun Casey, un estadounidense de Long Island acusado por matar a un agente encubierto en el 2005 en Luquillo, también está bastante adelantado.