Las autoridades completaron hoy, domingo, un importante trámite de corroboración de información técnica para sustentar las acusaciones contra Jonathan Soto Bonilla, el conductor del automóvil Toyota Camry hurtado que el pasado 1 de febrero atropelló y causó la muerte de cuatro menores de edad y dos adultas.

Mediante la recreación del trágico suceso ocurrido frente al residencial El Prado, en Río Piedras, "podemos corroborar versiones y establecer con mayor precisión el cómo y el porqué del evento", manifestó la fiscal Jimara Gabriel Maisonet.

La representante del Ministerio Público llegó al lugar de los hechos poco después de las 10:30 a.m., acompañada de ingenieros, agrimensores y policías estatales que en la primera etapa de su jornada se centraron en registrar diversas mediciones en la transitada intersección de la carretera PR-181 y la calle Julio Andino.

 Gabriel Maisonet respondió a preguntas de periodistas que la evidencia técnica documental recopilada el día de los hechos y también al momento, mediante la recreación del accidente, se sumará a declaraciones de diversos testigos en el proceso incoado contra Soto Bonilla.

La fiscal, sin embargo, se mostró inclinada a descartar un testimonio en corte de la única peatón sobreviviente de los hechos, la niña Yaisa Montalvo Calderón, de 5 años. "Yaisa ha sufrido mucho. El Estado debe protegerla", sostuvo Gabriel Maisonet.

"Entendemos que el Estado puede probar lo que aquí pasó sin tener que exponerla y revictimizarla", dijo al explicar que la recreación se hizo domingo y de día porque hay menos tránsito en el tramo y para tener mayor seguridad al trabajar en la intersección. La fatal colisión ocurrió de noche, y según la fiscal, a horas de los hechos se documentaron aspectos relacionados con la iluminación de la vía, pero no descartó regresar con peritos al lugar de noche, si fuera necesario afinar detalles al respecto.

Como fiscal insistió en que en este caso es importante tener en cuenta el factor humano y recordó que la pequeña Yaisa perdió a su madre, a su bisabuela y a una hermana tras ser atropellados por el vehículo manejado por Soto Bonilla, un joven de 22 años apodado 787, quien está sumariado en el Complejo Correccional de Bayamón.

La madre y la hermanita de Yaisa, identificadas por la Policía como Raiza Calderón García, de 21 años y Laura Montalvo Calderón, de tres años, perecieron tras ser arrolladas. También fallecieron en el choque los peatones Laura Vivas Rodríguez, de 73 años, bisabuela de la única peatón sobreviviente, así como los niños Génesis Saldaña García, de nueve; Anthony Saldaña García, de siete y la bebé Amanda Calderón, de solo 10 meses.

Penas en suspenso 

A Soto Bonilla se le formularon seis cargos de homicidio negligente, así como dos cargos por el delito de lesión negligente, tres infracciones de la Ley de Tránsito por provocar un accidente, abandonar la escena, conducir sin licencia y por la posesión de un vehículo hurtado. Un juez le señaló una fianza de $1.6 millones y quedó detenido hasta la vista preliminar del caso.

Según mencionó la fiscal Gabriel Maisonet, el vehículo Toyota Camry se desplazaba a alta velocidad por la calle Julio Andino y en la intersección con la PR-181 rebasa una isleta triangular, así como una segunda isleta, donde estaba el grupo de los niños y las dos mujeres adultas.

Explicó que tras impactar a los peatones, el vehículo manejado por Soto Bonilla, chocó un automóvil Toyota Corolla que había tomado el carril de Solo para girar a la izquierda y cruzar a la entrada de la urbanización Los Maestros. El conductor de ese carro resultó lesionado, al igual que Yaisa, quien estuvo hospitalizada y ahora se recupera principalmente del golpe emocional sufrido, al cuido de su padre y otros familiares.

La fiscal Gabriel Maisonet dijo que mediante la recreación de los hechos tendrían información técnica para estimar variables como la velocidad a la que se desplazaba el carro manejado por Soto Bonilla y también documentarían aspectos sobre cómo operan allí los semáforos, entre otros asuntos.

Explicó que reexaminarían "dónde quedaron los cuerpos para tener una versión más clara de lo que ocurrió y así probar de que Soto Bonilla conducía con claro menosprecio a las vidas de las personas que resultaron impactadas en este caso".

Por homicidio negligente con claro menosprecio a la seguridad y vida de las personas, el nuevo Código Penal, establece un término fijo de ocho años. Mientras, el código dispone pena fija de tres años por el delito sobre lesión negligente, sin agravante que se aplica por los golpes a la niña Yaisa y también por el conductor del otro vehículo impactado, mencionó la fiscal.

 Gabriel Maisonet estimó que al presente "sería prematuro" hablar de otros agravantes, y se limitó a comentar de los principales cargos graves ya presentados contra Soto Bonilla.

Sin consenso por el puente

Durante la recreación del fatal choque frente al residencial El Prado, algunos peatones entrevistados en la parada de autobuses en la que se bajaron los niños y adultos posteriormente atropellados emitieron opiniones encontradas sobre la idea de construir un puente peatonal en el lugar.

Sheimarie Rivera dijo a este medio que un puente peatonal, a lo mejor ayudaría a reforzar la seguridad de los caminantes en el área, "si le dan mantenimiento". Sin embargo, le pareció más importante a corto plazo que mantengan la regulación del tránsito con patrulleros después de las 3:00 p.m.

Rivera explicó a este medio que en la intersección asignan guardias a regular el tránsito hasta las 3:00 p.m., pero después de esa hora persiste un gran flujo vehicular, y los agentes se marchan temprano en la tarde.

 Un grupo de adolescentes, también residentes de El Prado, después de cruzar la intersección donde ocurrió el trágico choque y moverse a la parada de guaguas, comentó a este medio que el problema en ese tramo es "que la luces (semáforos) cambian rápido".

"Por aquí cruzan muchos niños y jóvenes como nosotros", puntualizó, por su parte, una adolescente que se identificó como hermana de una de las víctimas de la llamada masacre de El Prado.

Mientras, José Ramírez, un joven de 19 años que esperaba el autobús, en la citada parada, opinó que un puente peatonal allí "bregaría" y comentó que en el sector "el tráfico es fuerte hasta los domingos".

Ángel Lassus, de 28, por su parte, opinó que se deben colocar rótulos de tránsito más grandes y recordatorios sobre las penas por exceso de velocidad, como en la Florida, pero subrayó que lo más importante es que se impongan penalidades a los violadores de forma igual para todos, "no importa si son ricos o pobres", por entender que en el País "discriminan con los de bajos recursos".

Lassus estimó que un puente peatonal sería util "si primero se educa a la gente" para que lo utilicen. Otros vecinos del sector, quienes rehusaron identificarse, también se pronunciaron dudosos sobre la viabilidad del puente peatonal en la intersección.