La fiscal Judimar Pérez determinó no radicarle cargos criminales a un guardia de seguridad que, al atardecer de ayer, sábado, se atrincheró en su residencia localizada en el barrio Carruzos de Carolina, desde donde comenzó a disparar presuntamente atribulado porque perdió el empleo justo cuando estaba en trámites para contraer nupcias tronchándose sus planes.

Además, le impartió instrucciones a los familiares para que soliciten una orden de ingreso involuntario en una institución para pacientes mentales y a los investigadores para que le ocupara el arma de fuego.

De acuerdo con la investigación preliminar, ayer a las 6:07 p.m. la Policía recibió una llamada a través del Sistema de Emergencias 9-1-1 en la que indicaba que en el lugar había una persona contemplando el suicidio y al llegar se percataron de que Benjamín Rodríguez García, de 49 años, estaba encerrado en su residencia con un arma de fuego.

Fue la exesposa de Rodríguez García que reside en Florida quien alertó a las autoridades sobre la crisis emocional que enfrentaba.

El individuo, que trabajaba como guardia de seguridad, disparó desde el interior de la vivienda en varias ocasiones y cuando llegaron los negociadores de la policía, la sargento Vanessa La Santa y el teniente Joseph Molina junto el equipo S.W.A.T., les exigió en varias ocasiones que lo mataran.

Luego de dialogar varias horas con Rodríguez García para que desistiera de sus intenciones, a las 11:05 p.m. el equipo S.W.A. T. utilizó el dispositivo electrónico para neutralizarlo y ponerlo bajo arresto a pesar de que salió de su casa con las manos en alto.

Rodríguez García fue transportado al Hospital Dr. Federico Trilla de la Universidad de Puerto Rico en Carolina donde sería evaluado psicológicamente.

Los investigadores ocuparon una pistola Taurus Millenium G-2 serie TKS-17189 con 21 municiones, para la cual poseía licencia.