La Rama Judicial inició una importante ruta a favor de la transparencia gubernamental al permitir ayer a la prensa   tomar fotos y vídeos en dos salas del Tribunal de Primera Instancia de San Juan, donde se ventilan casos civiles.

Los fotoperiodistas fueron ubicados en la última fila de los bancos destinados para el público y,  minutos después de iniciados los trabajos,todo transcurrió con absoluta normalidad,con la única diferencia de que el proceso era transmitido en directo.

Al final de la jornada, jueces, abogados, organizaciones de prensa, demandados y demandantes coincidieron en que esta primera experiencia –que se repetirá como un proyecto piloto a lo largo de un año– tuvo un saldo exitoso.

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Las salas escogidas para este proyecto fueron la 904 y la 907, en la que se atienden recursos extraordinarios.

“Realmente, es un paso fascinante. En la transmisión se vio que todo fluyó normalmente. No hubo interrupciones. Los abogados continuaron con su trabajo y sus presentaciones según lo tenían programado. Todo fluyó muy bien”, recalcó el juez presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton.

Esta apertura no solo dará  paso a la transparencia,sino que dará la oportunidad de ver el proceso judicial con todos sus componentes, agregó el juez presidente. “Van a ver a los jueces,a personas en sala,a los abogados, a los testigos. Van a ver un juicio. Van a ver cómo es que funciona el sistema judicial.Yo creo que eso abona a la transparencia, abona a que el país confíe más en su sistema judicial y en los procesos judiciales”, narró entusiasmado. 

La prensa se concentró ayer en el caso Correa Avilés vs. McConell Valdés, que se ventilaba en la sala 904 que preside el juez superior Ángel R. Pagán. La controversia giraba en torno a si  la abogada Maggie Correa Avilés –quien fue despedida  el año pasado– además de socia propietaria,  era empleada.

Correa Avilés  alega que su despido  obedeció a que fue discriminada por razón de edad y género, y lo que se dilucida es si   le aplica la Ley 100, que protege del discrimen laboral a empleados. 

“Me parece una idea estupenda. El pueblo de Puerto Rico necesita saber lo que pasa en los tribunales”, manifestó Correa Avilés. 

Aunque McConell Valdés llegó hasta el  Supremo en su reclamo de que toda la discusión de esta demanda se mantuviera confidencial, hasta el punto que la demanda no llevaba los nombres de ninguna de las partes, ayer no objetó la presencia de las cámaras. 

Ana Montaner, abogada del bufete, dijo que la presencia de las cámaras es un proceso novel “y lo estamos sobrellevando como procede”. 

Dijo que la diferencia principal es que las cámaras hace que todas las partes estén “más conscientes del decoro que debe de haber en cada sala que muchas veces por X o Y razón se pierde”.

“Yo creo que esa ha sido la diferencia más grande, que ayuda a que el pueblo vea cómo los procesos se deben llevar a cabo en una sala del tribunal”, acotó Montaner.

Mientras, el juez Pagán describió la experiencia de ayer como bien enriquecedora.“Estábamos esperando esta oportunidad para que el pueblo de Puerto Rico tuviera acceso directo a los tribunales,así es mucho más fácil poder entender lo que ocurre en las salas del tribunal”, indicó Pagán. 

“Ha sido una experiencia única. Ciertamente, muy contento de tenerlos en sala y espero que nos visiten a menudo”, comentó el juez.

En la sala 907, que preside la jueza Gisselle Romero,  se discutió un caso contra una junta de condómines frente a las cámaras. Aunque la vista se suspendió, Romero se mostró complacida con  los trabajos. 

Por su parte, el presidente de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (Asppro), Rafael Lenín López, y el presidente del Taller de Fotoperiodismo, Ismael Fernández, celebraron el paso dado ayer. “Yo creo que para el sistema judicial ha sido menos traumático de lo que ellos quizás esperaban. Y eso demuestra que no tienes que tener miedo a la entrada de la prensa gráfica, que habrá una mayor transparencia, sin que los procedimientos  y sin que la impartición de la justicia se vean afectados”, dijo López.

Agregó que su expectativa es que “al cabo de un año o mucho antes, quizás podamos volver a sentarnos con la Rama Judicial y expandir este plan a otras salas, sobre todo de lo criminal, y a otros tribunales del país”.

Fernández, entretanto, afirmó que se demostró que la presencia de los fotoperiodistas no afecta los trabajos dentro de la corte. “Hemos demostrado que la lucha valió la pena, que los tribunales escucharon nuestro reclamo de apertura, de transparencia. Ha sido un día de éxito”, concluyó Fernández.