Una eficaz y rápida orden de desalojo dada por la gerente de restaurante McDonald’s del Centro Comercial Los Colobos, en Carolina, con toda probabilidad evitó que decenas de personas resultaran heridas, o quizás hasta fallecieran, cuando en horas de la tarde del sábado se produjo una explosión que destrozó las vidrieras del local y causó bastantes daños al establecimiento.

No obstante a la movida de desalojo, tres empleados del restaurante de comidas rápidas resultaron con heridas que, preliminarmente no fueron consideradas como graves. Todos fueron transportados al cercano hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina.

La explosión, registrada a eso de las 2:30 p.m. luego que una veintena de clientes fueran desalojados del restaurante como medida preventiva, apunta a haber sido provocada por un escape de gas. De hecho, fue precisamente el olor de gas lo que alertó a los empleados del lugar, y llevó a la gerente del a ordenar desalojar, según describieron los bomberos en la escena.

Tras ocurrir la explosión de inmediato se movilizaron al lugar equipos municipales y estatales de bomberos, policías, equipos de manejo de emergencias y ambulancias, lo que permitió trabajar con rapidez la emergencia, explicó el sargento Juan Ramos, de los Bomberos del Municipio de Carolina.

“Aparentemente fue por una falla de gas. Cuando la gerente de turno se percata, da la orden de desalojo. Entonces fue a apagar la línea de gas y ahí es que se produce la explosión”, relató Ramos sobre lo sucedido, añadiendo que, “lamentablemente tres personas resultaron heridas, con quemaduras. Se trata de empleados (del restaurante), una fémina y dos varones”.

El sargento añadió que por la evaluación preliminar que habían hecho paramédicos no parecía que ninguna de las heridas fuera de gravedad. Además, otras tres personas, una madre y sus dos hijos, también recibieron atención por parte de paramédicos de manejo de emergencias del municipio de Carolina, pero no tenían heridas sino que estaban impactados por la explosión. De acuerdo con Ramos, se fueron por su cuenta y la madre expresó que los llevaría al pediatra para tener más tranquilidad.

Una persona testigo de la explosión que prefirió no identificarse aseguró que “pasamos tremendo susto. La explosión fue bien fuerte”. Añadió que había “como 20 personas” en el restaurante.

El sargento Ramos comentó que de la inspección preliminar se entendía que la explosión fue “por el escape de gas”, y aseguró que se habían tomado las medidas necesarias para asegurarse que no ocurrieran más explosiones.

“Por seguridad desalojamos el área 300 pies a la redonda. Pero no hay peligro de explosiones adicionales ni fuego. Se verificó la línea”, afirmó Ramos. “La única medida adicional es que hay que entrar con casco protector porque aún hay objetos que pueden desprenderse”.

El tráfico en la zona, de hecho, funcionaba con bastante normalidad, aunque como era de esperarse todas las personas que se acercaban y veían las vidrieras destrozadas se mostraban sorprendidos, y muchos incluso sacaban sus celulares para grabar la escena.

Al lugar también se presentaron directivos de McDonald’s, asegurando que la prioridad al momento era atender a los heridos y asegurarse que se pudieran sobreponer a lo ocurrido.

“La gerente aplicó el protocolo de seguridad y evacuó el lugar”, afirmó Gabriel Serber, responsable de McDonald’s en Puerto Rico. “Ahora lo más importante es el bienestar de los empleados y los clientes. Estamos abocados a atenderlos. Tenemos gente de la compañía en el hospital apoyando a los heridos”.

Serber se expresó agradecido por el hecho que la situación no hubiera afectado a más personas y resaltó que la compañía brinda “entrenamiento a los empleados para seguir procesos de seguridad, y eso fue lo que se aplicó aquí”.

El oficial de McDonald’s dijo que al momento no tenían un estimado claro de las pérdidas ni de cuándo reabriría el restaurante, y reiteró que la atención ahora estaba en los empleados heridos.