La División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia Federal sometió ayer otra demanda contra la Policía de Puerto Rico, esta vez por no tomar acción en el caso de una agente que supuestamente fue víctima de acoso laboral por racismo y por su credo religioso.

A pocos días de que se llegó a un acuerdo entre el gobierno federal y el estatal para crear una reforma de la Uniformada para atajar el problema de violación a los derechos civiles de los ciudadanos, la demanda pretende atender la situación particular de una agente que lleva desde 2007 querellándose por el problema de hostigamiento laboral, que se alega no fue atendido correctamente.

La demanda sometida ayer indica que la agente Yolanda Carrasquillo, adscrita al cuartel de Cupey, es una mujer negra de Loíza y es evangélica. Trabaja en la Policía desde 1993 como oficial de patrullaje y realiza trabajo administrativo en dicho precinto. Nunca recibió una acción disciplinaria en su contra, antes de agosto de 2007.

Según la demanda, fue entonces que comenzó a trabajar allí Sandra Alvino, quien es secretaria y empleada civil. Desde entonces hasta el 2010, "Carrasquillo fue acosada en el trabajo por su color de piel y su religión", dado a que le hacía "comentarios inapropiados y denigrantes" hasta al frente de sus supervisores, que no tomaron las medidas correspondientes.

Durante ese término de tiempo, tuvo varios supervisores, como el capitán Héctor Figueroa, el teniente Juan Cortez, el capitán Rafael Mercado, el capitán Israel Vázquez y la capitana Jazmín Pérez.

Se alega que Carrasquillo fue objeto de un ambiente hostil en el trabajo por su color de piel, dado a que Alvino supuestamente le decía comentarios como: "ustedes, maldita gente negra", "maldita mujer negra", "monos negros sucios" y que los negros de República Dominicana eran "bestias salvajes".

También fue víctima de comentarios en contra de su religión, como: "ustedes los cristianos son todos iguales", "maldita sea la madre de Dios", entre otros. Se detalla que Carrasquillo regresó en agosto de 2008 de un viaje de misión cristiana de cuatro semanas, y Alvino le dijo: "tú eres cristiana y todos son iguales".

En medio de una discusión entre ambas en el estacionamiento del cuartel en octubre de 2009, supuestamente Carrasquillo le dijo a Alvino que era una racista, y ésta le contestó, "todo el tiempo", y le manifestó que "se creía santa por ser cristiana y (por) siempre esconderse detrás de la Biblia".

Luego de dicha situación, su supervisor -que en ese momento era Vázquez- le dijo a Alvino que tomara dos días por vacaciones y castigó a Carrasquillo al cambiarla al turno nocturno.

En noviembre de 2009, Carrasquillo envió una carta al respecto al Cuartel General y la misma fue recibida por la Comisión de Derechos Civiles y la de Asuntos Legales, pero no hubo respuesta ni investigaron el asunto.

"La política en contra del acoso laboral de la Policía de Puerto Rico provee cero tolerancia a cualquier hostigamiento. La política también especifica que los supervisores son responsables de tomar acción para corregir cualquier acto de discrimen u hostigamiento que sea traído a su atención, ya sea por observación propia o que reciban queja", lee la demanda, sometida por los abogados Sonya Sacks y Raheemah Abdulaleem, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia en Washington D.C.

La acción legal solicita que se realice un juicio por jurado en este caso y se le ofrezca un remedio a la presunta víctima, que se le devuelvan los costos y desembolsos del pleito, estimados en $300 mil, y ordenar un remedio por el incumplimiento por parte de la Policía de Puerto Rico al no tomar las acciones necesarias.

Carrasquillo aún es agente, pero se informó que está de vacaciones.

La demanda fue asignada ante la consideración del juez federal Francisco A. Besosa.