El juez Rafael Villafañe del Tribunal de Bayamón determinó hoy causa para el arresto Neftalí Castillo Cabrera, por el crimen del voleibolista Jesús David Hernández Otero, quien era su amigo, compañero de estudios y hasta compartían la afición por el mismo deporte.

El joven universitario, de 21 años y vecino de Naranjito, fue ingresado en la Cárcel Regional de Bayamón al no prestar una fianza de $3 millones que le fue señalada por el juez. Durante todo el proceso, el imputado se mantuvo cabizbajo y no hizo ninguna expresión.

Luego de escuchar la prueba presentada por la fiscal Zulma Delgado, directora de la División de Investigaciones Criminales de la Fiscalía de Bayamón, y el fiscal Miguel Alameda, el juez halló causa para el arresto del joven por los delitos de asesinato en primer grado, violación al artículo 5.05 de la Ley de Armas por la posesión y uso de un arma blanca con intención de cometer delito y por destrucción de evidencia.

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El cargo por destrucción de evidencia corresponde a que supuestamente el joven utilizó un detergente para remover la grasa con la intención de borrar las huellas del vehículo del deportista, de 21 años, quien jugó en el voleibol universitario y era estudiante en la Universidad del Turabo en Caguas.

El miércoles, a las 6:13 a.m. fue localizado el cadáver apuñalado de Hernández Otero, flotando en la playa del sector El Caracol en Dorado. Su vehículo fue recuperado varias horas después en un paraje apartado del sector Tiburones del barrio Espinosa de ese municipio. El deportista había sido reportado desaparecido por su madre, ya que había salido de prisa de su hogar el martes a las 12:30 a.m. y no sabían de su paradero.

 Durante la vista de Regla 6, estuvieron presentes la madre de la víctima, Leticia Otero Rodríguez y la progenitora de Castillo Cabrera, quienes devastadas por la doble tragedia escucharon la prueba presentada por la fiscalía.

“Es un derecho que tienen ambas partes porque la vista es pública, así que mientras el Tribunal quiera garantizarle la presencia a personas que les quieran dar algún apoyo a cualquiera de las partes, está bienvenido y no hay reparos”, detalló la fiscal Delgado.

Durante la vista, ninguna de las madres se dirigió al juez y tampoco respondieron a preguntas de los periodistas.

“Es un momento difícil para todas las partes, tanto obviamente para la madre del occiso como también para la madre del acusado, es un momento en que las familias están muy apenadas ambas, pero es parte del proceso”, explicó el fiscal Alameda.

Agregó, que la víctima y el victimario se conocían hace mucho tiempo, estudiaron juntos en la universidad y jugaron en el mismo equipo de voleibol.

Alameda no quiso revelar si los investigadores ocuparon el arma punzante con la que presuntamente Castillo cometió el crimen, ni tampoco describió el objeto que presuntamente utilizó. Inicialmente, la Policía había indicado que el joven había sido baleado debido a la forma de las heridas que eran circulares.

No descartan crimen de odio

Sobre el ángulo de crimen de odio, el fiscal sostuvo que en esta etapa de la pesquisa poseen evidencia para probarle a un juez los elementos de un asesinato en primer grado. Sin embargo, no descartó que cuando se vea el juicio en su fondo, ese agravante pueda ser utilizado.

“En este momento no se ha descartado ningún agravante, esa es una decisión que el Ministerio Público tomará en su debido momento. En este momento, nosotros presentamos el caso con la prueba que teníamos, una prueba fuerte de asesinato en primer grado”, observó el fiscal Alameda mientras Delgado intervino para agregar que el crimen se cometió “con premeditación”.

 El otro joven arrestado ayer será testigo de cargo de la Fiscalía. “Nosotros no vamos a comentar sobre la prueba en estos momentos, hasta ahora dentro de las circunstancias es un testigo y así se le está tratando”, respondió Delgado a su salida de la sala del juez Villafañe.

Castillo Cabrera fue trasladado a eso de las 11:30 a.m. de hoy, viernes, a la Sala de Investigaciones del Tribunal de Bayamón para enfrentar las acusaciones y cuando la progenitora de la víctima lo vio, irrumpió en llanto por lo que tuvo que ser asistida por una enfermera.

Cuando el joven fue ingresado en la celda del tribunal, mientras esperaba el turno para la vista, se escucharon en la sala de espera burlas de parte de otros confinados.

Ambos fiscales aseguraron que el caso se esclareció en un período de 48 horas por un trabajo de equipo. “La clave de todo esto es un esfuerzo integrado de la Policía en constante comunicación con el fiscal, con el director de la Unidad, con el fiscal de distrito e inclusive con el fiscal general”, dijo Delgado.

La vista preliminar fue señalada para el 1ro de abril en la sala 606 del Tribunal de Bayamón.

Aunque en un principio hubo dos sospechosos del asesinato de Jesús Hernández Otero, la Fiscalía de Bayamón informó que solo se someterán denuncias a uno de los detenidos anoche.