Dos de las hijas de Luis A. Ruiz Pérez, pastor del Movimiento Internacional Pentecostal de Toa Alta convicto por agredirlas sexualmente durante años, se expresaron indignadas con su progenitor porque nunca ha mostrado arrepentimiento por sus actos.

Las expresiones las realizaron hoy a su salida del Tribunal de Bayamón donde la sentencia en el caso contra su padre se pospuso para el 19 de abril porque el informe presentencia no estaba listo.

El pasado 6 de febrero, cuando Ruiz Pérez hizo alegación de culpabilidad tras llegar a un acuerdo para cumplir 20 años de prisión, le dijo a la jueza Awilda Mejías Ríos, del Tribunal de Bayamón, si tendría que cumplir la pena completa o si podría salir antes, pero nunca mostró arrepentimiento, ni pidió perdón por los años de abuso a los que las sometió no sólo a ellas, sino a su hermano de 31 años y otra hermana de 36. En estos últimos dos casos, no se pudieron radicar cargos porque los términos prescribieron.

La menor de las hijas del hombre, una joven de 18 años a quien no identificamos por ser víctima de un delito sexual, indicó que el día de la sentencia, se reunirán con la fiscal porque "no estamos conformes" con la condena sugerida de 20 años.

"Lo que nos molesta, lo que nos duele, es que no ha mostrado ninguna señal de arrepentimiento. Nos ha enviado dos cartas como si él fuera la víctima, (cuestionando) que por qué le hicimos esto. Que llegó a un acuerdo para salir mejor y salir antes por bonificaciones", expresó la joven.

"A pesar de todo, lo queremos porque es nuestro padre, pero tiene que cumplir y pagar por el daño que nos hizo a nosotros", agregó.

Entre las cartas que Ruiz Pérez les envió a sus hijas desde la cárcel, también les mandó un dibujo de sus manos esposadas tras las rejas.

"Dice que lo que queremos es hacerle daño, como si lo hubiésemos planificado y se muestra como la víctima", lamentó la otra hija de Ruiz Pérez, de 25 años.

La fiscal Ginny Andréu recordó que la pena sugerida es de 20 años de cárcel, pero que la magistrada tiene la potestad de imponerle más años a los preacordados.

"(Son 20 años) Por lo menos. Si la jueza le da más años, mejor", manifestó Andréu fuera de sala.

"Los hechos como tal son espantosos, son una aberración", agregó la fiscal, quien recordó que de no acogerse al preacuerdo, se enfrentaba a una sentencia de hasta 35 años.

Ruiz Pérez, de 55 años, hizo alegación de culpabilidad por tres cargos de agresión sexual, tres cargos de incesto, tres por actos lascivos y uno por sodomía.

Los cargos son relacionados a sus dos hijas menores, que ahora tienen 18 y 25 años.

Según la investigación, los hechos contra la menor de los cuatro hermanos ocurrieron cuando tenía entre cinco y 16 años en una residencia en la que vivían en Loíza, en una segunda residencia a la que se mudaron en Toa Alta y en moteles.

Igualmente ocurrió con la hija de 25 años, cuando tenía entre seis y 17 años.

El abogado Roberto Rivera Irizarry salió a toda prisa para evadir a los medios de comunicación. Cuando este diario le preguntó en febrero pasado por qué su cliente se declaró culpable cuando sostenía que las alegaciones de los jóvenes eran "mentira", contestó: "No tengo nada que comentar".</byline>